El 17º puesto de Carlota Ciganda en el último British no pasará a la historia, y mucho menos si tenemos en cuenta hacia donde apunta esta mujer de 22 años. Pero yo no lo olvidaré fácilmente…
Aquel domingo en Royal Liverpool resultó ser una jornada de supervivencia muy dura. Las 57 jugadoras que habían pasado el corte tenían que completar 36 hoyos sin descanso, casi de corrido, en un día de perros. Frío y viento. Cada vez más según pasaban las horas. Carlota patinó por aquí y por allá en sus primeros 18 hoyos del día. Después fue la mejor. O poco le faltó. Majestuosa ante la inclemencia del tiempo.
Volvamos al corte. La navarra lo había pasado sobrada con una tarjeta bajo par. Y se la dedicó muy satisfecha a su caddie, Javier Urquizu, que se había quedado en el hotel por culpa de una intoxicación. No fue un gesto formal. Le salió con naturalidad del alma.
Carlota, me parece a mí, pierde el tiempo justo con las formas y las florituras. A ella le tira más el fondo. Le van los hechos. No hace hablando; habla haciendo.
Así lo contaba la propia Carlota ante la cámara de Ten-Golf…
