En ocasiones, y sin que sirva de precedente, los muchachos de Tengolf nos lo montamos bastante bien. Esta mañana ha sonado el despertador a las 6,45 en mi apartamento abuhardillado de Cable Road (Hoylake), una estancia moderna y confortable.
A paso de tortuga, sin prisas, me he duchado y vestido y a eso de las 7,20 estaba enchufando el ordenador en la sala de prensa del Royal Liverpool. Solo 35 minutos desde la mismísima cama hasta la mismísima grada del 18, después de un tranquilo paseo a pie de no más de cinco minutos, cigarrito en mano, descendiendo por Valentia Road.
Visto así, ahora pueden caer chuzos de punta y soplar todos los vientos del mar, que a mi nadie me quita esta sonrisa de palurdo que llevo puesta.
