Por si las capacidades de Rory McIlroy no estuvieran suficientemente probadas, resulta que el joven norirlandés aún puede seguir sorprendiéndonos.
Ya no es ese muchacho que se deja llevar por los acontecimientos a lomos de la alfombra mágica que le proporciona su bestial talento. Este año 2012, después de un gran inicio, ha pasado por muy malos momentos, quedándose fuera del fin de semana en citas del calado de un The Players, BMW en Wentworth, Memorial o US Open, hasta llegar a ese decepcionante 60º puesto en el Open. Su respuesta en agosto, después de castigarse seriamente en los entrenamientos, ha sido deslumbrante. Así que también tiene ese punto imprescindible de coraje…
Todavía le faltan (por pedir, que no quede) un par de vueltas de tuerca a su instinto asesino. ‘Solo’ ha ganado seis torneos a ambos lados del Atlántico, una cifra espléndida para un jugador de 23 años, pero seguramente algo corta para McIlroy. Sobre todo si tenemos en cuenta que un tercio de esos triunfos corresponden a ‘majors’. Es decir, que cuando se pone, se pone…
Tiger, a su edad, había ganado los mismos ‘majors’, pero sumaba ya diez triunfos en los dos grandes circuitos.
