Francesco Molinari y Alejandro Cañizares se lo han pasado teta hoy en Escocia. No salen muchas vueltas así a lo largo del año. Así que disfruten, disfruten, que bien merecido lo tienen ustedes. El viernes, el sábado y domingo, Dios dirá…
El italiano es hace tiempo un sólido top-50 del mundo. Hierros que echan humo. A Cañi todavía le queda un trecho largo para llegar hasta allí…
Sin embargo, se parecen más de lo que dice su ranking mundial. Y no sólo porque ambos sean tímidos y, en realidad, auténticos pedazos de pan. Siempre he pensado que a Cañizares hay que darle todo el tiempo del mundo, todo el que necesite. Es un jugador que evoluciona paso a paso, pero ya, a día de hoy, es mucho mejor de lo que incluso él mismo cree. Y detrás de esa apariencia de muchacho solitario (de hecho, se da un aire a Antonio Vega…) yo he descubierto a un tío disciplinado y recio. Lágrimas y pataletas, las justas. Por no decir ninguna.
