Inicio Blogs David Durán Faltan 1.478 días…

Faltan 1.478 días…

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Un buen amigo mío se apunta y desapunta del gimnasio con una naturalidad pasmosa…

Cada vez que se matricula será la última vez que lo haga. Experimenta así, de tanto en tanto, ingenuas revelaciones interiores. «Trazo una raya en el suelo. A un lado, mi vida anterior; al otro, un nuevo modo de entender la existencia embutido en culotes».

También ayuda, qué leches, el caribeño contoneo de una rotunda monitora de spinning.

Unos meses después (nunca más de cuatro), la vida vuelve a pegarle la nuez al asfalto. Y la lengua al vaso.

Sin embargo, la gracia, su gracia, está precisamente en esa capacidad de resetear. Miedo al fracaso, ninguno.