Una ruptura traumática la de Sergio y Glen Murray, no cabe duda. Las idas y venidas de caddies en el mundo profesional están a la orden del día, casi no hay semana en la que no se produzca un cambio de bolsa, pero su relación iba algo más allá de lo profesional y Sergio echará de menos al sudafricano a su lado, con quien ha compartido alegrías y tristezas durante los últimos lustros…
No obstante, tengo la certeza de que, una vez superado el mal trago, al jugador español le va a sentar bien el cambio. Su discurso y su proceder en las últimas semanas habían adquirido de nuevo tintes sombríos tras el apoteósico final de 2011. Necesitaba un revulsivo, una catarsis de este tipo (para Sergio lo es, porque es un jugador de ideas y costumbres fijas) y estoy convencido de que Glen Murray también era consciente de ello.
