Navegando por Marca.com me detengo en las múltiples llamadas sobre Raúl González Blanco. El año que viene no jugará en Europa. Parece que lo hará en Qatar. De un modo u otro se marcha un poco más, se aleja. Una despedida interminable…
Y un poquito más abajo, el adiós definitivo de Carlos Jiménez.
Curiosa y oportuna la coincidencia. Son al fin y al cabo lo mismo: orgullo, instinto, oficio y dignidad.