¿Cuál fue el momento clave del desenlace final del Mexico Championship?
Así somos. Tratamos de codificarlo todo, de buscarle a todo una razón, un por qué, una causa fundamental. Pero el golf, como la vida, no puede controlarse ni explicarse hasta según qué límites y cualquier análisis, supongo, siempre deja algún cabo suelto que atar. No obstante, volveremos a intentarlo desde la más cruda subjetividad, de rango infinitesimal.
Vista la obra en su conjunto y tratando de adentrarme en la incierta jungla de las dinámicas y el efecto dominó, hay dos momentos claves en la fantástica noche de golf del domingo. El primero, sin duda alguna, el eagle de Rahm en el 11. Fue la acción que sembró la duda en un intratable Dustin Johnson y por tanto transformó el decorado radicalmente y abrió el torneo. Sin aquello no hubiera habido nada de esto. El segundo, la sacada del estadounidense en el green del 15 en una posición muy mala y en una situación muy delicada, cuando su juego ya venía dando señales intermitentes de alarma. Galones de Número 1, por supuesto. A toro pasado, creo que es ahí donde Rahm y Fleetwood pierden el torneo (el inglés, no obstante, se salía de cualquier ecuación, iba a lo suyo por delante y juraría que en ningún momento tuvo la sensación de estar luchando por el primer puesto; sin restarle ningún mérito, era el convidado de piedra, aquel que en golf se lleva tantas veces el gato al agua).
