En la trastienda de los torneos siempre te cuentan algunas historietas prosaicas, pero que sirven de entretenimiento.
Vamos con alguna de Renato Paratore. Ya lo han bautizado en el circuito: es el nuevo Lucky Luke, porque dispara más rápido que su sombra. O casi. El apodo se lo ha puesto Gregory Bourdy, y no es para menos.
El joven italiano es un torbellino en el campo. Exacto, justo lo que usted, estimado lector, estaba pensando: todo un soplo de aire fresco entre tanta rutina insufrible, por la lentitud, con jugadores marcando putts de un palmo…
Paratore arma el swing sin pensar y patea en los greenes cuando su compañero de partido casi no se ha apartado y se está moviendo a su lado. Puedes verlo pegar desde el tee en el hoyo 13, par 3, cuando los marshall del partido de delante aún no han abandonado los alrededores del green. «¿Pero no te molesta?» le preguntó entonces el profesional que jugaba a su lado… «Más me molesta esperar», fue la respuesta de Renato.
O puedes verlo pegando al green del 18, a una bandera que está situada a la izquierda, cuando el partido anterior, entre apretones de manos, todavía no ha abandonado el green por la derecha.
Además, va como en una nube. Con los ojos bien abiertos, disfrutando de cada momento. Había que verlo, como un chiquillo el día de Reyes, cuando se bajó del coche de cortesía después de compartir viaje del campo al hotel con Justin Rose…
