Inicio Blogs David Durán ¿Merece la pena pagar tres millones de dólares por Tiger?

¿Merece la pena pagar tres millones de dólares por Tiger?

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Faltan 953 días

Así, de entrada, y según dictan los sentidos de la carne: tener a Woods en un torneo es el día y la noche no tenerlo. Pero se supone que la cuestión debe ir más allá del irrefrenable deseo de un aficionado.

Da la sensación de que al gobierno turco, a través de su ministerio de Cultura y Turismo, le puede salir muy bien la jugada. Sobre todo en lo que respecta al turismo de golf, parcela en la que Turquía ocupa desde hace tiempo una posición de emergente expansión. La presencia de este gran torneo en Belek y, sobre todo, la de Tiger, sitúa de nuevo en el mapa este maravilloso oasis del golf: treinta kilómetros de templada costa mediterránea en los que se alinean quince campos de golf, algunos de ellos auténticas joyitas y la mayoría construidos en la última década.

Si lo que el Número 1 se lleva al bolsillo es dinero público, en este tipo de debates siempre se nos aparece Pepito Grillo. ¿Y no sería mejor destinar los tres kilitos a otras necesidades más urgentes o vitales? Sin caer en la demagogia, no está de más preguntárselo, es cierto.

Al final, como casi siempre, se trata de que el esfuerzo se incluya dentro de una estrategia apoyada desde los ángulos necesarios, y no se remita a la foto electoralista de turno. Que realmente se trate de una inversión con una proyección a medio y largo plazo, recogida y utilizada por otras acciones menores, que revierta en puestos de trabajo e ingresos de muy variada índole, la mayoría relacionados con el turismo, por supuesto. Pensemos que en España el turismo de golf deja más de mil millones de euros al año…