Un experimento que hago mientras veo subir y bajar banderitas en la clasificación de la página del European Tour…
Imagínense que un jugador del circuito europeo hubiera jugado todas sus vueltas al par del campo en el año 2011. ¿Hasta dónde hubiera llegado? ¿Cuánto dinero habría ganado? Lo primero que había que hacer era escoger un calendario y yo, al azar, he elegido el de un jugador medio en la actualidad, el holandés Derksen, que no jugó ni ‘majors’ ni campeonatos del mundo el año pasado (disputó 27 torneos).
Pues bien, con su calendario de torneos de 2011, nuestro hipotético jugador habría pasado 17 cortes, y habría sumado la nada despreciable cifra de 335.055 euros, para acabar la temporada en un tranquilo 91º puesto en la Race to Dubai.
¿Y qué me dicen de un jugador que, con ese mismo calendario, el de Derksen, hubiera siempre entregado tarjetas de uno bajo par en 2011? Eso son palabras mayores: se habría metido en la Final de la Race en Dubai, sumando un total de 1.054.775 de euros, y acabando en el puesto 23º de la Race. Sólo habría perdido tres cortes y hubiera sumado cuatro top-ten y diez top-20 durante la temporada.
