Inicio Blogs David Durán Últimas consideraciones acerca de Willett, Rafa y Sergio

Últimas consideraciones acerca de Willett, Rafa y Sergio

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– Yo, que debo ser más desconfiado y lento de reflejos que la media, aún no tenía completamente claro si Danny Willett era de esa clase de jugadores capaces de mostrar su mejor versión bajo presión. Parece que este Masters me obliga a rendirme y ser más crédulo: tiene raza y uno quiere siempre a alguien como él defendiendo sus colores en la Ryder. Ha llegado al top ten mundial para quedarse y si quieren echarlo tendrá que ser a empujones. No es sólo como gestionó esos últimos hoyos del domingo, cuando ya fue consciente de que podía ganar, sino sobre todo la intensidad que puso el sábado, en condiciones durísimas, para firmar una tarjeta de 72 que lo mantenía dentro de los candidatos.

– De la explosión de Rafa Cabrera Bello casi lo que más me gusta es la parte de ejemplo, modelo y revulsivo que tiene para sus compañeros de la Armada, que tantas horas comparten con él al año, y para los amateurs que aspiren a ser profesionales de élite. El canario ha demostrado que los escalones se pueden ir subiendo de uno en uno. Y que los bandazos y fuegos de artificio no suelen ser buenos consejeros. Trabajo y paciencia para dejar que el guiso se haga a fuego lento y tenga fundamento. Después, como es lógico, cada cual se topará con sus límites. Pero esos límites hay que descubrirlos y quizá siempre quede un penúltimo escalón por subir…

– En cuanto a Sergio, creo que el viernes por la tarde le faltó tomarse su tiempo para analizar la situación del torneo con una perspectiva más fría. De acuerdo, él sentía que podía haber hecho 68 golpes y sin embargo había firmado un 75. Pero lo verdaderamente importante era que, si no recuerdo mal, estaba con un acumulado de PAR, a cuatro golpes del líder y en séptima posición. ¡Y 36 hoyos por jugar!

Lo de menos en sí mismo es lo que dijo en una situación así y, además, hay que reconocerle toda la sinceridad del mundo. Pero lo que de verdad marca la diferencia, en este caso en su contra, es por qué se siente tan mal cuando el escenario todavía es mucho más que propicio. Incluso aunque no lo sea, que no era el caso. Mientras no sea capaz de ver la botella medio llena en una encrucijada de ese tipo ya le está dando ventaja a todos. Y suele ocurrirle.

Sergio entregó medio Masters el viernes por la tarde en una posición notable. Willett, que precisamente había jugado con él las dos primeras rondas y que acabó en el mismo registro acumulado (volverían a jugar juntos el sábado) sí supo sacarle el lado positivo a la situación. No había más que analizar por encima las declaraciones de uno y otro al finalizar la vuelta.