Faltan 841 días
Si usted es uno de esos aficionados al golf, sea del hándicap que sea, que se lo pasa bien con sólo pinchar la bola en el tee del 1, no pierda el tiempo y deje de leer ahora mismo…
Por desgracia, existe una minoría (creo que somos minoría) que sufre de un modo ridículo cuando las cosas no salen bien. O mejor dicho, cuando no se alcanzan unas expectativas de juego que sólo un estúpido situaría tan altas.
Si usted pertenece a esta minoría pruebe un sencillo ejercicio. Antes de salir a jugar, mucho antes, repítase lentamente y a ser posible en voz alta: «me lo voy a pasar bien, no estoy dispuesto a ensuciarle a nadie este día de golf». Así, treinta veces. El ejercicio dobla su eficacia si se realiza delante de un espejo y con una sonrisa franca. También sirve el retrovisor del coche mientras aguardamos a que el semáforo se ponga verde, camino del campo, aunque en este caso se corre el riesgo de ser señalado como un lunático.
Funciona. Juro que funciona. Al fin y al cabo es una variante simplona de la máxima de Bob Rotella: cada uno de nosotros, generalmente, puede elegir la actitud con la que encarar la vida. Qué decir entonces de una ronda de golf entre amigos…
