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Un rápido uno a uno

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Faltan 865 días

Éxito incontestable de la Armada española en la Gira del Desierto. Hay que ver cuánto han facilitado estos chicos (y no tan chicos) el trabajo al periodista.

Pablo Larrazábal: fantástico triunfo en Abu Dhabi que de un modo rotundo confirmaba varios aspectos de la trayectoria de este jugador. Por un lado, la excelente línea de su trabajo y, por tanto, la fiabilidad de todos los engranajes de su equipo. Por otro, que no le asustan los grandes retos ni los grandes nombres.

Fue víctima en Qatar de su propio éxito, pero en Dubai supo remontar cuando parecía ya escapársele otro corte. Remató la gira jugando con Tiger. Mucho más que un caramelo.

Sergio García: en un momento muy fino. No sólo por la victoria en Qatar, sino por esa especie de ‘serenidad activa’, llamémoslo así, que demuestra y que le ayuda a minimizar los malos momentos de juego que siempre aparecen en una vuelta, en un torneo.

Rafael Cabrera Bello: serio y consistente. Y durante buenos tramos de las tres semanas, mucho más fiable con el putter en la mano. Pocos errores. Crece. Se hace grande como jugador. El top-50 del mundo le aguarda, sin lugar  a dudas. En Dubai se le ha visto algo pasado de rosca. Sensiblemente agotado por el estrés de tanta jornada consecutiva (Abu Dhabi y Qatar) luchando en los primeros puestos.

Jorge Campillo: ha roto en esta gira su gran serie de cortes pasados (20), pero a cambio fue el mejor de la Armada en Dubai. La gran noticia: se marchaba del Emirates Golf Club con muy buenas sensaciones con el putt, su auténtico talón de aquiles. Si mantiene esas sensaciones puede comenzar a cerrar vueltas muy bajas.

Miguel Ángel Jiménez: en Abu Dhabi anduvo peleando por la victoria hasta los últimos nueve hoyos. Así que inicia 2014 como terminó 2013: siempre está, siempre aparece… Los dos cortes fallados en Qatar y Dubai, por eso, hay que considerarlos casi accidentales.

Alejandro Cañizares: le han faltado detalles, cerrar, pero la sensación general que deja es la de un jugador al alza, en constante evolución, a quien a veces traiciona precisamente un exagerado afán perfeccionista.

Álvaro Quirós:los dolores de espalda desde la tercera jornada en Abu Dhabi le han mermado. Pero a él casi le preocupa más encontrar el modo de aplacar una ansiedad provocada por la impaciencia. Encontrar la manera de marcar los pasos de uno en uno en esa larga y costosa remontada hacia su lugar natural, el top-30 del mundo. Si entre medias aparece el ‘pelotazo’, mejor que mejor, pero ese no debería ser de entrada el gran objetivo, la gran comedura de coco…

Eduardo de la Riva: desesperado con el putt. No ha sabido leer los greenes, pero en la recta final de la gira, en Dubai, mejoraba y se quitaba un gran peso de encima. Por lo demás, su juego de tee a green apenas ha mostrado grietas. Marca de la casa.

José María Olazábal: malos resultados. El drive le sigue destrozando, reventando… Él ha decidido mantener en uso la receta con la que siempre ha cocinado su golf: trabajar más que el de al lado y que el de más allá.

Carlos del Moral: su trayectoria como profesional siempre le llevaba de un modo u otro a algún recodo obscuro… En 2014 él quiere demostrarse que es un jugador puro y duro del circuito europeo. En este sentido, estos tres torneos van a ayudarle. El valenciano tiene mucho birdie, es explosivo y, seguramente, tiene que pulir esos altibajos que sufre en algunas vueltas.

Nacho Elvira: él necesita sumar desde ya mismo, vaya eso por delante. Pero por otro lado, se hace muy duro exigirle grandes resultados desde ya mismo. Ha asomado en Abu Dhabi y Qatar como expresión de ese golf controlado y fluido. Es valiente y tiene carácter.

Adrián Otaegui: trabajo, trabajo y trabajo. En los emiratos no ha dado aparentes frutos, pero también el año pasado arrancó tarde en el Challenge Tour y cuando lo hizo, lo hizo de verdad. Hay que creer en él.

Javier Ballesteros: una agradable sorpresa. Tiene algo. Hay madera. No se deja impresionar fácilmente y probablemente le hace falta un programa de trabajo serio, riguroso y exigente para destacar en el profesionalismo. La experiencia en Dubai parece haberle reafirmado en su intención de vivir de los catorce palos.

Telegramas finales:

– McIlroy está. Tiger no. Aunque las dudas que generan estos monstruitos vuelan de la noche al día como hojas en el otoño.

– Ilonen quiere confirmarse como uno de los grandes del circuito europeo. Olesen regresa.

– Ojo con Wattel. Por si quedaba alguna duda, cada vez hay más compañeros suyos que ven en él a un futuro gran campeón. Idéntico comentario puede y debe hacerse de Emiliano Grillo.

– Fred Couples o el señor que desdramatiza el golf.

– Phil, te queremos. Jason, a ti también. Pero mucho, mucho.

– Stenson 2014 no es Stenson 2013, pero tampoco adelantemos acontecimientos…