Inicio Blogs David Durán Unos datos ‘amarillos’ para la reflexión

Unos datos ‘amarillos’ para la reflexión

Compartir

Jordan Spieth ha sumado un total de diez bogeys y dos dobles bogeys en los 36 hoyos que ha jugado en el Barclays, primer torneo de los play offs de la FedEx Cup. Un registro que le ha llevado a quedarse fuera del corte con un resultado de siete golpes por encima del par del campo.

El joven texano firmó en todo el Masters de Augusta, 72 hoyos, un total de nueve bogeys y un doble bogey. En las cuatro rondas del US Open firmaba nueve bogeys y dos dobles bogeys. En el British Open, ocho bogeys y un doble bogey. Y en el PGA sólo cuatro bogeys. En el total de las 16 rondas de los cuatro majors, en esos 288 hoyos en campos seguramente más complicados que el Plainfield Country Club, o al menos jugados en condiciones más difíciles en la mayoría de las ocasiones, Spieth sumaba un total de 29 bogeys y cuatro dobles bogeys.

Así pues, a lo largo y ancho de los cuatro ‘majors’ firmó prácticamente un bogey o doble bogey cada nueve hoyos, mientras que esta semana ha firmado un bogey o doble bogey cada tres hoyos.

La comparación es algo amarilla, ventajista, por supuesto, porque el rendimiento del estadounidense en los cuatro grandes fue extraordinario, quizá irrepetible, y el que ha mostrado estos dos días en Nueva Jersey ha sido demasiado irregular. No suele ser una buena idea irse a comparar los dos extremos. Pero el ejercicio también ofrece algunas pistas muy generales y, qué duda cabe, todas nos llevan al plano de la concentración.

A Spieth no sólo le ha costado un mundo meterse en faena y centrar el objetivo, sino que además su capacidad de reacción ante los errores se ha visto muy limitada. Demasiadas prisas, demasiada ansiedad. Y en realidad no sorprende demasiado, porque el desgaste emocional que ha sufrido en los últimos meses ha sido brutal, eso sin entrar siquiera a valorar el hecho de que haya tenido que adaptarse en un tiempo récord a su nuevo estatus de mega estrella, con todo lo que ello comporta, que es mucho y no siempre fácil de gestionar: compromisos, agasajos, piropos en aluvión, exposición mediática, homenajes…