¡Hola a to@s!
Os escribo estas líneas desde el players lounge de nuestro siguiente torneo, el RBC Heritage en Hilton Head, una cita muy famosa en el calendario del PGA Tour.
Es una isla situada en el extremo sur de Carolina del Sur, y un destino vacacional muy popular. La pena es que desde que llegamos el tiempo está siendo bastante malo, así que por el momento no hemos podido ver mucho, pero la parte positiva es que a Gon le ha gustado bastante el campo y está jugando bien, así que ojalá se quite la espinita del fin de semana en Augusta.
El trayecto hasta aquí lo hicimos en coche desde Augusta, ya que sólo eran tres horas, y además Gon tenía que llegar a tiempo para jugar el pro-am del lunes al mediodía. Mereció la pena el viaje y me alegré de hacerlo conduciendo, ya que no conocía esta parte de Estados Unidos, bastante diferente y mucho más ‘americana’ que en la que residimos nosotros. Pero eso sí, ¡aunque esta isla es muy bonita y espectacular, no la cambio por la nuestra (Key Biscayne) ni loca!
Tenía ganas de que llegara esta semana, porque después del estrés y los nervios del Masters, sabía que nos vendrían bien unos días tranquilos. Lo cierto es que la sensación post-Augusta es un poco rara, porque los primeros días se echa mucho de menos la adrenalina del torneo, y también al gran grupo con el que compartimos esos días. Pero por otra parte estamos descansando mucho, y con tanto viaje también se agradece poder pasar tiempo solos de vez en cuando.
Si tuviera que poner una pega a mi experiencia en el PGA, quizás sería que encuentro la vida algo más solitaria. Parto de la base de que como mujer o novia de un golfista profesional tienes que ser una persona independiente, que no te importe pasar tiempo sola y no te agobie este hecho, porque se pasa, y mucho. No son sólo las 4 horas y pico de partido, sino las horas de entrenamiento después, gimnasio, fisio, etc… Es por eso que tienes que aprender a organizarte tu tiempo y buscarte hobbies, porque sino puedes acabar echándole la culpa al otro, que al fin y al cabo no tiene culpa de nada, ya que está trabajando.
Pero no voy a mentir, y a veces se hace complicado, sobretodo cuando estás en torneos en los que no coincides con amigas o conocidos. Lo hablaba hace un momento con un jugador europeo buen amigo nuestro, y estaba de acuerdo en que lleva tiempo acostumbrarse. A pesar de todo, yo siempre he disfrutado muchísimo de los viajes, sean a donde sean, y de hecho le pido siempre a Gonzalo que me lleve a más. Igual es porque al tener niños pequeños, el pasar tiempo sola no sólo no me molesta, ¡sino que lo disfruto y me parece un lujo total! Me considero una gran afortunada, y me encanta conocer tantos sitios y personas distintas, pero hay que reconocer el trabajo de las mujeres, novias y acompañantes, que es mucho.
¡Hasta la próxima entrada!
