¡Hola a tod@s!
Antes de nada os pido disculpas por retrasarme tanto en esta nueva entrada. Lo cierto es que aunque procuro actualizar el blog semanalmente, esta vez se nos han juntado varios acontecimientos en los últimos días, y me ha resultado imposible sentarme a escribir desde la semana de Hilton Head. Semana que, por cierto, ¡fue la más lluviosa que he vivido nunca! Me dio pena no poder hacer turismo, ya que por lo visto es una zona preciosa, pero el tiempo sólo nos dio tregua el domingo, que ya volvíamos para Miami.
La semana pasada Gon se la tomó de descanso, aprovechando que coincidía con el segundo cumpleaños de nuestra hija pequeña, mini Ali. El miércoles soplamos las velas nosotros cinco con ella, y si no lo hicimos veinticinco veces seguidas no lo hicimos ninguna. Tiene una especie de fijación con los cumpleaños, y la verdad es que el primero no lo celebramos mucho, así que esta vez ha decidido vengarse de nosotros, y nos pasamos la tarde entera cantando y soplando. Tiene un carácter muy fuerte (¡no estamos seguros de quién lo habrá heredado!), y decidimos por un día no llevarle la contraria.
El viernes organizamos una fiesta infantil en casa, y aprovechamos para invitar a los amigos de Gonzalito y Lola también, así que éramos muchísimos y acabamos agotados, sobre todo el pobre Gon, que había madrugado mucho ese día y la mañana siguiente le tocaba repetir.
El sábado aprovechamos que estaban en Miami pasando unos días Tano Goya y su novia, la también golfista Carlie Booth, para hacer un asado en casa con varios amigos argentinos. Uno de ellos propuso hacer cordero, y a Gon le apetecía mucho el plan, así que se fue esa tarde con Mariano después de entrenar a una granja cercana a buscarlo. La espera de cinco horas, que fue lo que tardó en hacerse, mereció la pena totalmente, porque cenamos de cine y quedó espectacular. Nos divierte mucho hacer cenas en casa, y viniendo de un piso en Madrid estamos amortizando al máximo la terraza, todos los fines de semana hacemos algo.
Mi siguiente torneo será el The Players la semana que viene. Volaré el viernes para allá, porque no quiero estar tantos días sin ver a los niños, ya que luego de allí nos vamos al Open de España directamente.
¡Estamos deseando pisar suelo español y ver a todo el mundo! Llevamos cinco meses fuera y aunque estamos felices y encantados nos apetece ver a nuestras familias y amigos… y ¡¡comer bien!!
