Gonzalo Fernández Castaño se ha disparado en los dos meses y medio últimos de temporada. En este tiempo ha sumado dos tercios de sus ganancias en el circuito este año, merced sobre todo a tres top-ten, Irlanda, Holanda y el segundo flamante puesto en Portugal…
La cuestión es que su juego anda bien calibrado en líneas generales, pero su irregularidad en los greenes le hace sufrir más de la cuenta.
"Este último domingo, en Portugal, empecé metiendo algunos putts aceptables, pero yo ya veía que la cosa no iba bien. Que el movimiento tenía un no sé qué… Vamos, que se venía venir la catástrofe. Y fue una pena porque creo que el resultado final estuvo barato, yo pensaba que como mínimo habría que llegar al -20. También fue una pena por Pablo, pero esto es el pan nuestro de cada día en golf, todos pasamos por esa situación y hay que seguir, no te puedes quedar con lo malo", explica el jugador a Ten-golf.
Su juego de tee a green sigue mostrándose poderoso, aunque él cree que los hierros no estuvieron a tope este domingo en Portugal. "Tengo que intentar ver lo positivo. He estado pegando drives maravillosos, y el juego corto también ha estado fantástico. Lástima de algunos hierros malos, pero si estando irregular con los hierros y con el putter he quedado segundo… Pues ya se lo decía a mi caddie, que no me puedo quejar".
El madrileño jugará esta semana en Castellón. Y allí precisamente va a encontrarse de nuevo con José María Olazábal, que fue precisamente quien le revisó el putt después del British, con efectos abrumadoramente inmediatos: Fernández Castaño fue tercero en Irlanda, consiguiendo un gesto más fluído y rítmico juntando los pies en el 'stance'.
"Me he vuelto a ver muy agarrotado con el putter en las manos y, la verdad, eso sí me preocupa. Es lo que más me preocupa, porque me recuerda a unos meses atrás… A ver si Chema me mira y me puede dar un par de consejos. Porque la mejora con los hierros sé que termina llegando, pero el putter es otra cosa".
