A poco más de un mes para el comienzo de la Ryder en Valhalla (Kentucky, Estados Unidos) hay que tener en cuenta varios datos…
En primer lugar, el dominio europeo en el PGA Championship, con Harrington como vencedor y Sergio segundo, en un torneo donde un jugador del Viejo Continente no ganaba desde 1930.
Además, si echamos un vistazo al ranking mundial, vemos a cuatro americanos y tres europeos entre los diez primeros (aunque Tiger ahora no cuenta, pues no está); vemos a siete americanos, con Tiger, y seis europeos entre los veinte primeros; vemos a ocho americanos y diez europeos entre los treinta primeros; y finalmente vemos dieciséis americanos y quince europeos entre los cincuenta primeros. Mayor igualdad es imposible. Pero teniendo en cuenta dos 'detalles', habrá que concluir que la ventaja es europea: uno, la ausencia de Tiger; otro, que los torneos del PGATour dan más puntos en el ranking que los del circuito europeo y salen beneficiados los jugadores americanos.
Otro dato: comentaba el capitán del equipo americano, Azinger, que no tenía clara la preparación del campo: si ponerlo al estilo US Open, con rough alto y fuerte y greenes duros, ingobernables, o bien dejar un campo más 'jugable' para que se lucieran aquellos que están en un gran momento. El final del PGA no ha hecho sino complicarle más las cosas: con el campo menos jugable los europeos dieron la cara tanto como los americanos; y con el recorrido más jugable, en las rondas tercera y cuarta del domingo, el dominio europeo fue evidente…
Para finalizar: aparentemente Europa puede ser favorita, con un equipo muy sólido y experto y con la ausencia del número uno. Pero esto es un arma de doble filo: la Ryder la gana el mejor, por supuesto, pero la labor de equipo y la unión es absolutamente fundamental, y no nos cabe la menor duda de que los americanos van a estar más unidos y 'todos a una' que nunca sin Tiger en sus filas. Mucho ojo.
