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Bienvenidos al campo más espectacular de la Tierra

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Donald Trump se pasea por Doral como un viejo actor venido a menos que años atrás vivió días de gloria y al que aún le gusta sentir el calor del pueblo y firmar algún autógrafo de vez en cuando.

Vestido de blanco y con una gorra roja dos tallas mayor que la suya le divierte parecer llano, accesible. Eso sí, su imagen nada tiene que ver con su filosofía de vida. Si el excéntrico millonario tiene alguna frase escrita en el espejo de su cuarto de baño para leerla cada mañana, esa debería ser algo así como “meterse por meterse, es tontería”. Nada le entretenía más durante la semana pasada que dejarse ver por los corrillos de los periodistas para contar su idea, su revolución. Porque, señores, lo que Trump quiere hacer en Doral es una auténtica revolución.

Quiere convertir al viejo monstruo azul en una especie de reencarnación de King Kong. Su objetivo es crear el campo más dramático del mundo, el más espectacular. Su deseo que los aficionados quieran ir a ver el WGC Cadillac Championship porque van a ver ‘sangre’. Algo así como el coliseo romano. Trump lo tiene claro. El deporte es espectáculo. Y el espectáculo vende mucho más con drama. Esa fue la consigna que le dio al arquitecto Gil Hanse. No repares en gastos. Si hay que crear un lago artificial con millones de metros cúbicos, se hace.

Trump quiere dejar su sello en Doral. Que se le recuerde por el nuevo monstruo. Así, “se van a acometer muchos cambios para que el espectáculo esté garantizado”. Por ejemplo. El green del hoyo nueve se va a mover una decena de metros a la derecha para que el imponente lago del hoyo 18 entre en juego. Este par 3 se convertirá en un serio rival de uno de los huesos más complicados de la temnporada. También el tee del hoyo 10 se moverá a la izquierda varios metros y habrá que sobrevolar el agua para colocar la bola en la calle. Mucho más largo, mucho más agua en juego. Esas son las líneas maestras.

Trump confesaba esta semana, no obstante, que su ‘niño bonito’ será el hoyo 15 (par 3). Actualmente no tiene mucha chicha, pero a partir del año próximo será algo parecido al 17 de Sawgrass. No, no será un green en isla, pero casi. Será un green en península. Atractivo y desafiante. “Las excavadoras harán el trabajo que tengan que hacer para colocar allí un inmenso lago”, señala.

El dueño de Doral está convencido de que el golf debería ser más parecido a lo que se vio en el tee del 1 de la Ryder Cup cuando salieron Bubba Watson e Ian Poulter. O lo que se vive cada año en el hoyo 16 del TPC de Scottsdale, en Phoenix. Es decir, que el golf deber ser como un partido de fútbol, donde el público no sólo disfruta de los golpes de los jugadores, sino también del ambiente de la grada.

Esto es lo que quiere crear. Contará con admiradores y detractores. Como todos. Pero Trump rara vez se deja llevar por lo que digan los demás. Viendo esta semana su más que dudoso gusto estético, no les extrañe si el año que viene, a la entrada del complejo de Doral, se encuentran con una construcción de piedra gigante con el lema ‘Bienvenidos al campo más espectacular del mundo`. Al tiempo.