La cosa va de golf televisado. Si este deporte te ha atrapado, es cierto que te interesa ver en la pequeña pantalla un buen golpe de Tiger Woods y también uno del último jugador que haya llegado al circuito. Pero tampoco hay que pasarse de purista… Yo, al menos, no lo hago. Al final, me gusta ver sobre todo a los buenos… Y también a los jugadores españoles…
De acuerdo, de acuerdo, hay que entender que el realizador de una retransmisión de golf, con tantos jugadores sobre el campo, debe elegir, seleccionar y descartar. Si uno de tus peferidos no está en las posiciones de arriba, vete despidiendo. Es normal. Pero cuando encima va bien colocado en la clasificación y tampoco le ves el pelo…
La discriminación de la realización del European Tour TV (Golf Plus nada tiene que ver) con los jugadores españoles es llamativa. Y me molesta, la verdad. Sergio García, en Qatar y Dubai (y estamos hablando de casi un top-ten del ránking mundial) casi dejaba de aparecer durante el fin de semana en cuanto bajaba de la tercera posición, y el agravio era evidente, ya que veíamos más a jugadores del mundo anglosajón que andaban aún más lejos de la cabeza. Absurdo.
Con José Manuel Lara ha pasado algo parecido esta semana en el Indian Masters. El español ha estado toda la semana en top-ten y, hasta este domingo, que jugaba en el partido estelar y mantuvo las opciones de victoria mucho tiempo, apenas se le ha visto patear aquí y allá…
Un despropósito, si tenemos en cuenta que, por ejemplo, del sudafricano Hendrik Buhrmann o el australiano Adam Groom nos hemos hartado de ver golpes desde el tee y desde la calle.
Supongo que algo tendrá que ver todo esto con las audiencias, mucho más numerosas, seguro, en países con mayor tradición, pero ni por esas es justificable,
¡Oiga, que uno tiene su corazoncito!
