Las últimas horas nos han brindado dos grandes ejemplos de cómo le puede cambiar la vida a un golfista. No hace falta mucho tiempo, sólo unos minutos, una ronda de golf, una llamada de teléfono…
Lo de Álvaro Quirós es evidente. El Algarve ha convertido una temporada más o menos gris en un año espectacular. Ya es doble ganador del circuito Europeo, se ha metido en el top 100 del ránking mundial y, además, ha hecho realidad su sueño: jugar el Volvo Masters.
Pero hay otros giros vitales que no son tan evidentes. Hablamos de Álvaro Velasco. Ya les contamos el viernes que el jugador catalán andaba algo intranquilo porque no tenía plaza en el Castellón Masters y su tarjeta pendía de un hilo. Necesitaba pasar el corte en el Portugal Masters y rezar para que ocurriera un milagro que lo metiera en Castellón. Eso era el viernes por la mañana. Pues bien, unas horas después lo había conseguido todo: pasó el corte después de una buena ronda de golf, sumó el dinero necesario para dejar prácticamente abrochada la tarjeta y, encima, hoy lunes, le llaman de Castellón para decirle que ha entrado en el torneo. En tres días la vida se ve de otro color. Así es el golf. Así de imprevisible y sorprendente.
Velasco acude ahora a Castellón con toda la tranquilidad del mundo y una ilusión desbordante. No tiene nada que perder y si 'Alvarito' Quirós lo hizo en Vilamoura, por qué no va a hacerlo él en el Club Mediterráneo.
Finalmente, ha entrado en el torneo porque se han producido algunas bajas de jugadores que ya tienen la temporada hecha y han preferido irse a sus casas, otros que han optado por descansar para preparar el Volvo Masters y, por último, de las seis plazas que el Castelló Masters había reservado para el top ten de Portugal, sólo ha hecho falta utilizar una.
