Estamos en semana de WGC Bridgestone Invitational, pero es imposible no mirar de reojo al PGA Championship que comenzará en Oak Hill dentro de nueve días. Es el último grande de la temporada y todos los focos apuntan a Tiger Woods y Phil Mickelson. Por primera vez en mucho tiempo, ‘Lefty’ se muestra tan favorito o más que el propio Tiger.
Mickelson cumplió ayer con su tradicional rutina de visitar los campos de los majors una semana antes del torneo. Estuvo en Oak Hill, sede del PGA, acompañado de su caddie Jim Bones y vestido con un polo blanco y unos inusuales pantalones cortos. Así, como es Phil, que parece que esté de vacaciones cuando en realidad lo que demuestra es que tiene más hambre de majors que nunca.
Ya nadie se fía de Mickelson. Su actuación en Merion, donde estuvo a punto de cazar su primer US Open, y sobre todo, su sensacional domingo en Muirfield, lo colocan en el primer lugar de la parrilla de favoritos. Además, sus números en el PGA son espectaculares. Ha jugado el cuarto grande en 20 ocasiones y ha fallado el corte sólo una vez (1995), ha hecho ocho top ten y tiene una victoria.
Mickelson ya estuvo ayer tomando las medidas al traje de Oak Hill, igual que hicieron también Graeme McDowell o Rickie Fowler. El objetivo de Phil es sumar el sexto major de su carrera. Si mantiene el nivel de putt mostrado en el Open Championship, a ver quién es capaz de dudar de él.
Y hablando del putt, el gurú Dave Stockton, que trabaja con Mickelson y McIlroy ya tiene su particular gran slam: «ya he pedido la bandera del British para completar la colección», señaló este profesional de 71 años a Golf Channel.
Los expertos apuntan a Mickelson para el PGA, aunque los apostantes mantiene su fe inquebrantable en Tiger Woods. El Número Uno del mundo está a 4,5, mientras que Mickelson se encuentra segundo con 13. Por cierto, Sergio García aparece como séptimo favorito.
