Pablo Martín caminaba por la calle del hoyo 18 del Luxehills con una sonrisa de oreja a oreja y saludando a la cámara de televisión…
No era para menos, acababa de pegar un gran tercer golpe y se dejaba un putt de birdie de un metro para terminar segundo en el Volvo China Open.
Sin embargo, esa sonrisa iba mucho más allá de ese fantástico tercer golpe. Para empezar, tenía mucho que ver con su vuelta y esos magistrales 63 impactos, que le han permitido firmar el mejor domingo de su vida en el Circuito Europeo.
Y también tenía mucho que ver con su putter. El malagueño lleva tiempo trabajando duro en el putting green buscando una técnica de golpeo que le permita ser más consistente con el palo más corto de la bolsa. Una de las características en el pateo de Martín era que en el momento del impacto cortaba la bola. Ha buscado y rebuscado, cambiando incluso de modelo de putter, a la caza y captura de una fórmula más exitosa. Parece que la está encontrando. Hoy se le ha visto pateando de otra manera. Su swing de putt ha transmitido mucho más ritmo. La cara del palo pasaba completamente cuadrada en el instante del golpeo. Más sólido y más consistente. Al margen de los números que saltan a la vista (25 putts hoy, siete menos, por ejemplo, que el jueves), la sensación de su técnica es mucho más positiva.
El malagueño escenificaba su renovado idilio con el putter dándole un beso ante las cámaras justo antes de enchufar ese último putt de un metro en el 18.
Es el cuarto 63 de Pablo Martín en el Circuito Europeo, el primero un domingo. Los anteriores fueron en el Portugal Masters y en el Alfred Dunhill Championship de la temporada pasada. También hizo un 63 en Estoril en 2008, aunque aquel recorrido era par 71. Su mejor vuelta un domingo hasta hoy había sido en el Nordea Scandinavian Open del año pasado, donde firmó un 67.
Su felicidad está más que justificada. Y es que otro de los grandes objetivos de Pablo en este 2011 es conseguir una mayor regularidad. Ya sabe y lo ha demostrado con creces que puede ganar en el Circuito Europeo (3 victorias), pero quiere meterse entre los 100 primeros del mundo, al menos como primer paso, y es consciente de que necesita más regularidad. Este segundo puesto es otro paso adelante.
Martín se marcha de China, además, con el gran sabor de boca de haber sido, de largo, el mejor del fin de semana. Ha hecho dos vueltas de 67 y 63 golpes, para un brillante acumulado en 36 hoyos de -14. Ahora viaja a Corea para jugar el Ballantine’s la próxima semana junto a Rafa Cabrera Bello y Miguel Ángel Jiménez. Les esperan temperaturas de cinco grados…
