Colin Montgomerie se las sabe todas. Las ha visto de todos los colores y hace mucho tiempo que no estaba tan arriba en un torneo. Es lógico que la adrenalina se le haya disparado…
Su gran objetivo aún es alcanzar un puesto para la Ryder Cup y es consciente de que una victoria en el Open de Francia le daría un empujón muy importante.
Por este motivo, el veterano escocés decidió ayer tirar de repertorio. Nada más concluir la tercera ronda en Le Golf National se puso manos a la obra para descargar sobre Pablo Larrazábal toda la presión del mundo y un poquito más. No importaba tanto hablar de su juego como hacer sentir al español lo que hay en disputa esta tarde en París.
'Monty', que sale segundo a tres golpes de Larrazábal, señaló que "no creo que este chico haya liderado antes un torneo de esta calidad. Westwood y yo estamos justo detrás y también está Soren Hansen. Todos nosotros somos ganadores del Circuito Europeo, así que todavía queda mucho por jugar mañana".
Se trata de una maniobra más de un 'perro viejo' acostumbrado a la presión y, sobre todo, experto en hacer sentir a sus rivales lo que hay en juego.
El estilo, eso sí, no parece el más correcto. Pero así es Montgomerie.
Westwood es diametralmente opuesto…
Sabe que habrá presión, pero su actitud no es amenazante. "Las noches nunca son fáciles cuando eres líder de un torneo. Cuando estás tumbado en la cama les das vueltas a la cabeza. Eso sí, el viernes tuvo una de esas noches y el sábado ha hecho un gran resultado. Bien hecho por él".
El inglés tuvo palabras de elogio hacia el despliegue de Pablo. Westwood le comentó a los periodistas lo siguiente: "no debéis sorprenderos de que haya llegado tan arriba. Él es un buen jugador. No le he visto jugar, pero cada vez que me daba la vuelta en el campo su bola siempre estaba cerca".
Mientras tanto, Pablo Larrazábal demuestra que es inteligente. No quiso entrar al trapo y se toma la situación con la máxima naturalidad. "He visto los nombres de Westwood y Montgomerie, pero no siento presión. Me encanta llevar menos golpes que estos jugadores. Sé que no soy la estrella del torneo. Vengo de la previa y hay unos 150 golfistas mejores que yo, pero no me importa. Si el domingo pego a la bola como lo hice el sábado, será un día divertido".
Agárrense fuerte porque la jornada promete. Este joven astuto está preparado para ofrecernos un aperitivo de lujo a la final de la Eurocopa. ¡Hala!, a disfrutar.
