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El presidente Sergio García

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Sergio celebra un gol con Diarrá

Sergio García compagina sus entrenamientos y torneos con las obligaciones propias de un presidente de un club de fútbol…

Sus chicos juegan en el Borriol, el equipo del pueblo, el de toda su vida.

La ambición que vuelca en cada golpe la demuestra también en sus decisiones como mandatario. No se conforma con figurar en el cargo mientras van pasando los partidos. Sergio quiere ver a su club lo más alto posible y no va a escatimar esfuerzos.

Conocemos al García jugador, al ganador del The Players, al asiduo del top ten mundial. Pero, ¿conocen ustedes al García presidente?

Desde la distancia, aunque atento a cada resultado, el castellonense ha visto cómo su equipo ha recuperado la categoría que perdió hace unos meses. "Siento una gran alegría por este ascenso, ya que el único objetivo que nos habíamos marcado al comienzo de la temporada era volver a Preferente", explicó en declaraciones al periódico Mediterráneo.

El fútbol es su segunda pasión. No duda en reconocer que su sueño era ser futbolista en caso de que el golf no hubiera cuajado. Por ello, mantendrá su fidelidad a los suyos: "Seguiré al frente de este proyecto, ya que es una manera de pagarle a la gente de Borriol todo el cariño que siempre me han demostrado".

El mejor golfista español del momento sonríe con el éxito de esta temporada, pero no se queda parado. Quiere más y pondrá las condiciones necesarias para que el Borriol siga creciendo: "Mi ilusión más inmediata es que el Borriol consiguiera ascender un par de categorías más y, después de eso, poder dotar al club de unas instalaciones y un campo en magníficas condiciones". 

Y ya hace planes de futuro. A expensas de lo que puedan decir sus técnicos, tiene echado el ojo a una buena factoría de jugadores. "El Castellón sí que nos echará una mano, como siempre lo ha hecho. Algunos de los jugadores del filial albinegro, que no cuenten después de la pretemporada, espero que se incorporen al Borriol".

Todos disfrutamos con su golf, pero ¿les gustaría que fuera su presidente?… No tiene mala pinta, ¿verdad?