Gonzalo Fernández Castaño va a parar a repostar a partir del próximo lunes. Siempre es curioso ver cómo se plantean sus temporadas los profesionales. Cada jugador es un mundo y, además, los calendarios muchas veces se cambian sobre la marcha en función de resultados y estados de forma o ánimo…
Gonzalo no pasa ahora por su mejor momento, pero tampoco hay que alarmarse, no es que el madrileño esté saturado o 'perdido' cuando aún no ha finalizado el mes de febrero… Jugó cuatro semanas seguidas, en la gira por los Emiratos y luego en India. En Abu Dhabi, Qatar y Dubai firmo magníficas rondas de golf, pero le faltó aprobar la asignatura del sábado, jornada en la que nunca consiguió moverse definitivamente hacia arriba. En todo caso, pasó los tres cortes y finalizó siempre entre el puesto 30º y 40º.
En la India cayó en las redes del Delhi Golf Club (¿se acuerdan de sus calles defendidas por tupidos 'muros' de arbustos y árboles?) y se descolocó. No pasó el corte. Después, en el Mayakoba (Pga Tour) no llegó a tiempo al tee del uno en la segunda jornada y fue descalificado… Seguramente, es un buen momento para parar…
En realidad, tenía bastante planificada esta, digamos, segunda parte de la pretemporada y va a estar sin jugar torneos durante un mes, hasta reaparecer en el 'suyo', el Open de Andalucía, torneo de nuevo organizado por la empresa del jugador (GFC Golf & Business), junto con la del Miguel Ángel Jiménez (Golf Acción). Este lunes regresa de Sudamérica, donde está por compromisos con sus 'marcas', y se pondrá manos a la obra.
¿Y qué va a hacer en este tiempo? Evidentemente va a estar muy encima de cualquier detalle para este Open de Andalucía, pero trabajará de lo lindo en su juego en dos cuarteles generales: Madrid y Málaga.
El objetivo, su obsesión, pasa por el concepto de consistencia. Ese es su gran caballo de batalla: mecanizar un swing igual de potente y talentoso, pero algo más regular.
Ahora mismo, Gonzalo es 82º en el Orden de Mérito europeo (54.356 euros de ganancias en lo que va de temporada) y sigue metido de lleno en la lucha por un puesto en el equipo de la Ryder, un objetivo muy complicado, cada vez más, pero al que no va a renunciar. Necesita esa semana… Ese sábado brillante.
