Todavía tenemos fresca en la memoria la última Ryder Cup. Y seguramente también las anteriores. Es posible que no haya nada siquiera parecido en el planeta golf…
Pero Rory McIlroy, antes de de disputarla (era su estreno), no parecía tenerlo tan claro. Hizo algunas declaraciones al respecto, muchos meses antes de la cita en Gales, en las que de algún modo (seguramente mucho menos severo de lo que pareció) cuestionaba la importancia de este evento respecto a otros.
Después, según se acercaba la cita, fue matizando aquellas declaraciones. Y, después, una vez que Europa obtuvo el triunfo y él sintió en sus carnes aquel cúmulo de ansiedades y emociones, cayó rendido a los pies de la Ryder Cup. El actual capitán del equipo europeo, José María Olazábal, le dio un cariñoso tirón de orejas semanas después (en una rueda de prensa con motivo del Castellón Masters): "Rory ya se ha dado cuenta de la importancia de una Ryder, eso seguro", comentaba sonriendo.
Pues bien, en los últimos días McIlroy ha vuelto a recibir otro pequeño tirón de orejas. En esta ocasión, el norirlandés cuestionaba hasta cierto punto, y ante los medios, la posibilidad de que Tiger llegue a recuperar el nivel de antaño. No está muy seguro de ello el bueno de Rory, y así lo dijo con sinceridad.
Pues bien, horas después era Lee Westwood quien, casi entre risas, señalaba: "bueno, eso es algo que puede decir un chico de 21 años… Los de 37 somos un poco más sabios". Acto seguido, el inglés realizaba un bello panegírico de Woods, para finalizar así, de nuevo con la mejor de sus sonrisas: "ahora después voy a tener unas palabras con Rory…".
Son las cosas de Rory. Y desde aquí ni se nos ocurre censurarlo. Se expresa en rueda de prensa igual que en el campo: con naturalidad y espontaneidad, sin contención alguna, fresco como una lechuga, sin esconder nada, claro, sencillo y directo… Evidentemente, la experiencia es un grado y el proceso de aprendizaje nunca termina. Es muy posible que McIlroy se haya equivocado, pero no lo es menos que, después, el nunca tiene problemas en reconocerlo. Rory no es políticamente correcto. Ya tendrá tiempo de serlo…
