Los miles de conductores que cada día en Estambul utilizan el famoso puente colgante del Bósforo para cruzar de Asia a Europa han visto hoy una imagen única. Uno de los sentidos del puente estaba cortado por un hombre subido en una especie de podio. Y no, no era un guardia de tráfico. Se trataba de Tiger Woods…
La situación respondía ni más ni menos que a uno de los múltiples actos publicitarios que está llevando a cabo Tiger durante su estancia en Turquía para disputar a partir de mañana el Turkish Airlines Open, tercera prueba de las Series Finales del circuito europeo. El Número Uno del mundo pegó unas cuantas bolas subido en una peana como símbolo de unión de dos continentes a través del golf.
Espectacular iniciativa que ha tenido una repercusión extraordinaria en todo el mundo. No sabemos cómo habrá sentado eso sí a los usuarios habituales de esta vía. En cualquier caso la inversión está absolutamente rentabilizada desde el punto de vista de la promoción. El puente ha estado cerrado 28 minutos a las dos de la tarde hora local.
El puente tiene una longitud de 1.074 metros y tres carriles para cada sentido. El peaje por utilizarlo es de poco menos de dos euros. Seguramente, Tiger se habrá llevado algo más por jugar este torneo.
