Inicio Blogs El blog del Profesor Marcos Sobrón El putt: la ejecución del movimiento

El putt: la ejecución del movimiento

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La parte más importante para la ejecución de un buen movimiento en el swing de putt es, sin duda, nuestra alineación del cuerpo con respecto al objetivo y una buena colocación en equilibrio.

Generalmente se enseñan tres tipos de swing de putt: recto sobre la línea, al interior cuadrado y en arco.

Considero que el swing más apropiado es el que mantiene la cabeza del putter sobre la línea del objetivo, porque es el que más garantías ofrece de ejecutar un movimiento desde los hombros y, al mismo tiempo, asegura un mayor porcentaje de impacto con la cara del palo cuadrada, es decir, centro de la cara con el centro de la bola.

Biomecánicamente, desde una postura en equilibrio (Teoría de la N), los hombros pueden realizar un movimiento independiente y único, de tal manera que conseguimos balancear el conjunto formado por los hombros, brazos, manos y putter como una sola pieza sólida, al tiempo que el resto del cuerpo permanece inmóvil.

Desde una postura correcta, los hombros pueden realizar un movimiento de péndulo que no genera ningún tipo de resistencia o tensiones en el tope del backswing, lo que permite que el resto del movimiento se ejecute por el efecto de la gravedad.

En este proceso debemos tener en cuenta los siguientes factores:


La cadera y la musculatura lateral

Para mantener nuestro cuerpo inmóvil mientras se realiza el swing de péndulo hay que vigilar dos aspectos fundamentales: que nuestra cadera más adelantada se mantenga quieta y que la generación del balanceo de los hombros se desarrolle a partir de la musculatura lateral, en un ejercicio de contracción y relajación. Mientras, la cadera opuesta al sentido del movimiento de subida ejerce un fuerza de contención de todo el tronco inferior.


Los codos

La postura en N permite a los codos, situados delante de nuestro abdomen, realizar un movimiento liberado, y así el conjunto puede moverse independientemente del tronco superior.

Lo más importante es comprobar que la flexión y distancia entre ambos codos es constante, debido a que el antebrazo deberá imitar la alineación que la varilla del putter.


La cara del palo

Todo golpe de golf debe ser construido a partir de la cara del palo hacia el objetivo propuesto. En el putt, también. El movimiento sobre la línea del objetivo nos permite tener una visión más clara de lo que hace la cara del putter con respecto a la línea escogida. Sin embargo, el swing en arco no lo permite, puesto que la cara del palo se mantiene cuadrada a un arco que va hacia adentro en la subida, abriendo la cara perpendicular a unos hombros que giran en un plano horizontal, intentando cuadrarla en el impacto y cerrándola en el follow-trough. Como en nuestra postura el eje de la columna está inclinado hacia adelante, cuando el eje gira obliga a los hombros a trabajar en el mismo plano subiendo y bajando.


El plano del swing y el ángulo de inclinación de la varilla

Por el contrario, un swing de putt al interior y cuadrado tiende a cambiar la inclinación del conjunto varilla y antebrazos, modificando el plano del swing y generando contactos fuera de la línea del objetivo y descentrados de la cara del putter y la bola.

El movimiento de los hombros deberá ser perpendicular al eje de la columna, por lo tanto, es muy importante que nuestra columna se encuentre recta para que durante el giro no produzca variaciones en el plano del swing.


Cómo mirar

Como ya vimos, la forma de mirar es también muy importante y afecta directamente al movimiento del swing y, por supuesto, a la visualización de la línea. Girar la cabeza en el eje del cuello que se encuentra paralelo al suelo evitará que nuestro cuerpo se incorpore antes de tiempo. Mantenerse quieto, observando la brizna de hierba después de que la bola abandone su lugar de reposo, permitirá realizar un movimiento de cuerpo más estático y no modificarlo en el impacto, debido a nuestra ansia de saber si la bola va al objetivo.

En la imagen que abre este post podemos observar a Juan Gabriel Ferriol, de 10 años, practicando con dos varillas unidas en su extremo por un elástico a la varilla del putter. Es un ‘inventillo’ fantástico para trabajar la unidad en el swing, se adapta perfectamente a la teoría expuesta y da muy buenos resultados. (media de 32 putts por vuelta).

Para ver el video hacer click aquí

Recuerde que el 75% de los fallos en el putt vienen determinados por una mala alineación del cuerpo hacia el objetivo. Además, una mala postura hace que el movimiento sea siempre irregular y, como consecuencia, inconstante.