Que el putt es un juego dentro del juego nadie lo discute…
Lo que sí genera gran discusión, al igual que el swing, es cómo meter más putts. ¡¡¡Pero es que es muy difícil!!! Y cuando alguien lee un titular así desde luego que lo parece.
El putt es el palo con el que se dan más golpes, es además dónde realmente se hacen los ‘scores’ y es sin duda dónde los niños tienen más problemas.
Un niño debido a sus problemas de motricidad tiene un gran problema a la hora de apuntar, dirigir la cara del palo y juzgar la cantidad de swing que deben hacer para una determinada distancia.
Paralelamente, los profesores y padres solemos darle más importancia al juego largo por dos razones básicas: el juego largo necesita una gran atención y el niño se aburre en el putting green.
Sin embargo, como padres, es dónde más podemos colaborar con nuestros niños y no necesitamos ninguna preparación especial para ayudarles, más allá de los conceptos más básicos, los juegos y los ejercicios que permitirán que tu hijo se divierta en el putting green.
Considero que cada tipo de putt precisa de un swing determinado y cada tipo de swing precisa, a la inversa, de ese putt en concreto. Pero no vamos a entrar en detalles tan pequeños y técnicos, sino que nos enfocaremos en cómo poder ayudar a nuestros hijos.
El swing de putt básico nos dice que tenemos que golpear a la bola con la cara del putt cuadrada al objetivo, mientras que el swing se realiza ligeramente desde el interior hacia el objetivo.
Cuando vemos a niños empezar a patear enseguida nos damos cuenta de que empiezan a suceder dos cosas: su postura suele ser muy erguida y tienen problemas para mantener la línea del swing, de forma que, directamente relacionado con ello o no, hay un quiebro excesivo en las manos.
Ambos errores dan problemas tanto en la cara del palo como en la línea y también en la cantidad de swing.
Cuando vaya a entrenar con su hijo al putting green intente que adquiera una buena postura y con ello podrá crear un hábito correcto más fácilmente. Deberá tener en cuenta que en el caso del putt debe siempre estar a la medida correcta.
Para calcular la longitud correcta del putt haga que su hijo sostenga el palo apoyado en el suelo, junto a su costado y con su brazo colgando sobre la varilla del putter. La cantidad de varilla que suba por encima de la muñeca no sirve más que para crear defectos en la postura porque lo agarran demasiado largo. Llévelo a un taller de golf, le retirarán el grip, le cortarán la varilla y podrán reponer el grip otra vez. Si no quiere o no puede cortar la varilla ponga una cinta de esparadrapo de tela marcando el tope máximo donde deberá sujetarlo.
TEORIA DE LA “N”
El movimiento del putt es básicamente un movimiento de hombros, evitando la acción de las manos. Pero si la colocación es defectuosa los hombros no se moverán bien y producirán errores de línea y de cara del palo. Así, vamos a buscar una postura de equilibrio para que los hombros puedan funcionar libre y correctamente.
La teoría de la “N” crea un sistema fácil para entender la postura correcta a la hora de patear y se basa en mantener la espalda recta con eje del swing y la cabeza en prolongación de la columna vertebral.
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El primer palo vertical de la “N” representa la línea formada por el centro de los pies, el centro de las rodillas y la parte trasera de los hombros.
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El segundo palo vertical de la “N” es la vista sobre la bola.
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El palo oblicuo representa el antebrazo derecho en prolongación con la vara del putt.
Mantenga el putt bien sentado sobre sí mismo y busque la postura más cómoda, la “N” podrá ser más estrecha y alta o más bajita y más gruesa, le diferencia estará en la longitud del putt y la distancia a la que nos colocaremos de la bola.
Al realizar el movimiento nos aseguraremos de que los brazos caen relajadamente de los hombros y de que mantenemos la flexión de los codos, permitiendo que los antebrazos y la varilla formen una línea y los hombros y brazos trabajen verticalmente.
De esta manera el cuerpo se halla en un perfecto equilibrio y será más fácil moverlo.
¿Y a que vienen los Teletubies?
Pues es un ejercicio que a los niños les hace gracia aunque no les guste mucho, quizás por una injustificada sensación de ridículo o incomodidad. No obstante, sí les aseguro que es una práctica estupenda para que el niño adquiera una buena postura de putt y facilite muchísimo nuestro trabajo.
Cuando su hijo vaya a patear use dos palos más: uno lo coloca en el suelo para ayudar a cuadrarse y el otro nos servirá de ayuda en la postura. ¿Y cómo? Lo pasaremos por el cuello de la camisa o polo del niño por el lado del grip y lo encajaremos entre la espalda y el pantalón. Si además, el niño lleva gorra podrá hacérselo pasar por el ajuste de la gorra y que sobresalga por arriba parte de la varilla y la cabeza del palo.
¡¡¡Y ya tenemos a los TELETUBIES GOLFISTAS!!!
La verdad es que están divertidísimos porque parecen robots cuando tienen que coger las bolas o caminar y, además, en el momento de ponérselos la fría varilla les produce escalofríos.
Yo me divierto mucho cuando los tengo a todos de esta guisa, pero lo más importante es que resulta muy fácil arreglarles la postura puesto que basta con coger el extremo del palo y se les coloca correctamente en un segundo.
Antes de pegar bolas no dude en poner a su hijo a patear al menos una tercera parte del tiempo que vaya a emplear en su entreno, la diferencia de los resultados está ahí… y en los niños mucho más.
