Siempre digo que somos personas que jugamos al golf y no golfistas que jugamos a ser personas, por lo tanto, nuestro juego será el reflejo de nuestras circunstancias personales.
Lo mismo ocurre con los profesionales. Pese a estar muy entrenados, no pueden evitar que su juego se vea afectado por su estado personal. Fijémonos, por ejemplo, en Sergio García, un jugador que últimamente está en racha, coincidiendo con el bonito romance que está viviendo con su actual pareja. Otros ejemplos son McIlroy o Tiger Woods, que han visto muy afectado su golf tras sus rupturas amorosas, cada uno a su manera.
En general, este tipo de circunstancias que provocan inestabilidad emocional son menos aceptadas que las enfermedades o lesiones físicas, y no se entrenan o trabajan tanto, pese a que afectan igualmente al juego.
Como psicóloga pienso que la clave está en aprender a ser Proactivo (pensar antes y tomar la iniciativa) y no simplemente reactivo (responder a los acontecimientos). Esto no es tarea fácil, pero se puede entrenar. En caso de verte afectado por un acontecimiento negativo importante en tu vida que te impide disfrutar de tu golf, puedes valerte de estos tres pasos:
BUSCA APOYO. Lo primero es buscar ayuda de un profesional de la psicología para trabajar fuera del campo y aprender a manejar la situación lo más rápidamente posible, pero además, si te ves muy afectado, es bueno buscar un apoyo en el campo en la etapa más dura, como puede ser un caddie, sobre todo uno que haga de ‘compañero’, que te ayude a enfocarte en el juego y a hablar, a distraerte durante la vuelta.
ELIGE QUÉ PENSAR. El cerebro tiene una capacidad limitada a la hora de atender ideas, sólo puede prestar atención a una en el momento presente, es como elegir un canal de televisión, no puedes ver dos al mismo tiempo. Así, es fundamental que agarres el mando y elijas qué pensar, porque esto va a determinar cómo te vas a sentir y, por tanto, condicionará tu juego. Cuando te sientes mal por alguna situación, es difícil pensar positivo, pero sí es posible encontrar otros pensamientos más útiles para centrarte en tu juego (por ejemplo elegir un objetivo pequeño que te ayude a focalizar más la atención, centrarte en la rutina, en hacer una buena elección de palo, jugar con estrategia, etc…).
No puedes controlar lo que te sucede. Si algo malo ocurre, tu tendencia será a pensar negativo, pero es una tendencia, no una obligación, puedes elegir pensar de una manera que te ayude a salir de ahí lo antes posible. Cuanto menos tiempo te centres en lo malo de la situación, más rápida llegará la recuperación.
TRABAJA TU CONCENTRACIÓN. Es importante que tengamos la capacidad de dirigir nuestros pensamientos hacia aspectos útiles, para ello es necesario tener la mente bien entrenada. El cerebro se debe ver como un músculo más del cuerpo que hay que fortalecer, por ello es importante trabajar esto a diario. Hay diferentes maneras. Puedes valerte de juegos, por ejemplo, aunque lo más importante es que en ese instante estés solamente centrado en esa actividad y evites distraerte con otras. Utiliza videojuegos, sudokus, crucigramas… para trabajar tu concentración. Es importante fortalecerla y aprender a focalizar la atención donde quieres, sin dejarte llevar por distracciones. Ejercicios de este tipo durante diez minutos al día, serán un buen paso para trabajar tu fortaleza mental.
Lo importante es ser el protagonista de tus pensamientos y no ir a remolque de ellos, ya que influirán en tu sistema nervioso y crearán sensaciones que determinarán por completo tu juego. Por ello, en el golf, como en la vida, sé activo y no reactivo a lo que suceda. ¡Elige pensamiento útiles que te ayuden a avanzar y no estancarte!
Rocío Pomares
Psicóloga del Deporte y la Salud
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