En el golf, como en cualquier otro deporte, cuánto comemos y bebemos influye en gran medida a nuestro rendimiento. Estar deshidratado o con los niveles bajos de azúcar durante una ronda de cuatro o cinco horas tiene múltiples efectos en nuestro organismo, desde la falta de concentración, la visión borrosa o la falta de energía. Y son muchos jugadores, especialmente jóvenes, los que desprecian la importancia de mantener en buenas condiciones su cuerpo a lo largo de una vuelta. Ir al gimnasio y prepararse bien todos los días es fantástico, pero si en el día D uno no se hidrata correctamente los efectos del entrenamiento disminuyen muchísimo.
Vamos a ver hoy principalmente dos estudios para comprobar cuál es la mejor bebida que existe para un golfista, pero he aquí unos datos para hacernos primero una idea clara sobre la importancia de hidratarse:
– El 60% de nuestro cuerpo es agua.
– Perder un 1.5% de ese agua nos afecta física y mentalmente.
– El cuerpo puede perder hasta dos litros de sudor cada hora. En el golf, se suele perder 0.4 litros por cada hora.
– Si el cuerpo está expuesto a altas temperaturas, su temperatura puede llegar a subir un grado centígrado cada 3-4 minutos.
– Si el cuerpo se deshidrata, aumenta la sed, la fatiga y la desorientación. Se disminuye la concentración, la velocidad, la precisión a la hora de realizar movimientos y la de alinear el cuerpo hacia un objetivo concreto.
Algunas pruebas muy interesantes
Un estudio realizado por Smith, Newall y Baker en 2012 se concentró en siete golfistas de handicap bajo y les hizo varias pruebas tales como:
– Pegar 30 bolas a diferentes objetivos.
– Les enseñó otros 30 objetivos y les pidió que juzgaran la distancia.
Una semana después, les mantuvo durante doce horas con un nivel medio de deshidratación (no más allá del 3%), encontrando que los resultados de todos y cada uno de los 7 golfistas fue peor que siete días antes. Este fue uno de los estudios que relacionaba la hidratación específicamente con el golf.
Carbohidratos e isotónica con cafeína
Pero ya en 2008, Stevenson, Hayes y Allison publicaron un estudio titulado: “El efecto de las bebidas deportivas de carbohidratos con cafeína en el rendimiento simulado en golf”. En él veinte golfistas consumieron dos tipos de bebida: una de carbohidratos e isotónica con cafeína y la otra un placebo totalmente similar en sabor, pero sin aportación calórica ni sustancia adicional. Las condiciones del estudio incluyeron la ingesta de esas bebidas antes de una vuelta completa de golf y en los hoyos 6 y 12. He aquí algunos de los resultados:
– Los jugadores que consumieron esa bebida isotónica con cafeína rindieron mejor que los que los hicieron sólo con el placebo.
– Los jugadores que consumieron esa bebida tuvieron un rendimiento superior en putts de dos y cinco metros durante los últimos seis hoyos de la vuelta.
– También estuvieron más relajados y alerta durante toda la vuelta de golf.
Hay una bebida que tiene las características ideales
La conclusión principal de este estudio, y que no ha sido rebatida por otro, es que las bebidas de carbohidratos e isotónicas con cafeína son el mejor tipo de bebida para un golfista durante una vuelta. Y ojo, esto no es un refresco de cola. Las bebidas isotónicas suelen tener entre 4 y 8 gramos de azúcar cada 100 mililitros y tener la misma presión osmótica que los fluidos corporales, es decir, que el organismo las absorbe muy fácilmente. En España suelen comercializarse en forma de polvos que se diluyen en agua, aunque estos no suelen contener cafeína. En Reino Unido, sin embargo, una bebida muy similar a la descrita en este estudio sería el Lucozade Sport, que sí se comercializa tal cual.
El agua sigue siendo la forma más sencilla de hidratar nuestro cuerpo y en el golf otros estudios han demostrado la necesidad de hidratarse al menos cada tres hoyos. Eso sí, la cantidad y la frecuencia dependerá también de las características del sujeto. Otra forma de conseguir hidratarse es consumir frutas con un alto contenido en agua, como la naranja, el kiwi, la piña o verduras como espinacas, brécol o pepino.
