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¿Se puede jugar al draw con la cara del palo abierta?

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Una de las principales preocupaciones del jugador aficionado es la curvatura de la bola. Aunque no existen estadísticas oficiales, me atrevería a decir que más de la mitad de los jugadores que vienen a dar una clase mueven la bola de izquierda a derecha (para jugadores diestros), es decir, la “abren”, como comúnmente se dice. Esto no es un problema en sí mismo, hasta que ese efecto se ve traducido en una bola que se mueve en exceso de un lado a otro de la calle, pierde distancia y vuela normalmente a una altura mayor de lo normal. Eso ya suele suponer un problema.

El draw

A todos los golfistas que sufren ese vuelo de bola les encantaría encontrarse un día en el campo con el opuesto: una bola que sale ligeramente hacia la derecha del objetivo y vuela ligeramente hacia la izquierda (o “cierra”). La PGA Británica y la PGA de América definen esa curvatura como “draw”: debe salir por la derecha, curvar hacia la izquierda y terminar en el objetivo deseado, ya sea la bandera, el centro de green o un bunker.

Swing path

La instrucción clásica de golf definió en su día que para “cerrar” la bola era preciso llegar con la cara del palo “cerrada” al impacto, es decir, apuntando a la izquierda del objetivo, como se puede apreciar en la siguiente foto. Y ciertamente, se puede jugar al draw con la cara del palo apuntando a la izquierda. Pero, ¿y si la cara del palo estuviera abierta? En ambos casos (y en el resto del artículo), por supuesto, vamos a suponer que el jugador pega a la bola en el punto dulce de la cara del palo, no con la punta o el talón, y el impacto es limpio entre la bola y la cara del palo, es decir, no hay hierba o arena de por medio.

He aquí donde otro concepto entra en juego: el swing path, que traducido al castellano vendría a ser “camino del swing”, aunque por no mezclar conceptos lo llamaremos path, a secas. La PGA Británica lo define como “la dirección en que la cabeza del palo se mueve inmediatamente antes, durante e inmediatamente después del impacto en relación con el objetivo”. Para que lo entendamos todos y de un modo simplificado: es la línea en que se mueve la cabeza del palo a través del impacto. Puede ser, como se ve en la imagen inferior: dentro-fuera, dentro-dentro o fuera-dentro. La curvatura de la bola, asumiendo un contacto en el punto dulce de la cara del palo, depende de estos dos conceptos: path y dirección de la cara del palo en el impacto.

La respuesta a la pregunta anteriormente planteada es que sí: se puede perfectamente pegar un draw con la cara del palo “abierta” o apuntando a la derecha del objetivo. Como hemos dicho, la curvatura de la bola depende de dos factores, que deberían estar dispuestos del siguiente modo para producir un draw con la cara del palo abierta:

Siempre que la flecha roja (la dirección de la cara del palo) esté a la izquierda de la azul (swing path), la bola terminará curvando a la izquierda. Dicho de otro modo: para que la bola “cierre” la cara del palo debe estar “cerrada” (o apuntando a la izquierda) del path. Por ejemplo, si el swing path es de 5 grados a la derecha y la dirección de la cara del palo es de solo 2 grados a la derecha, la bola saldrá por la derecha del objetivo y curvará hacia la izquierda.

Hubo un tiempo en el mundo de la instrucción de golf en el que esto no se creyó posible, a pesar de que Alastair Cochran y John Stobbs lo publicaron por primera vez en 1968 (“The Search for the Perfect Golf Swing”). Durante muchos años, tanto en España como en el resto del mundo, se enseñó a cualquier estudiante a tener la cara del palo apuntando a la izquierda en el impacto para “cerrar” la bola. La realidad es distinta: la cara no debe estar “cerrada” respecto al objetivo, sino respecto al path. Cuanto mayor sea la diferencia en grados entre ambos, mayor será la curvatura producida.

*Enrique Soto es profesional de la PGA Británica y su cuenta de twitter es @esoto