Inicio Blogs Firma Invitada DALY, UNA PRESENCIA MUY CÓMODA

DALY, UNA PRESENCIA MUY CÓMODA

Compartir

Por Javier Pinedo, narrador de Golf + 

Image

John Daly, vestido de jugador de Béisbol

La participación de John Daly en la próxima edición del Abierto de España ha levantado por parte de algunos críticos, o que quieren jugar a serlo a base de palos sin ton ni son, y de algunos aficionados unas pocas ampollas que convendrían cortar de raíz…

Pues creo que hay que hacer piña detrás de una edición del Abierto nacional que puede marcar, o eso esperamos, un antes y un después en el devenir del torneo. 

Que John Daly no es un ejemplo para nuestra juventud se podría hasta a admitir, pero entonces tendríamos que estar fusilando a todos los ‘pseudos’ tertulianos de programas de corazón y demás que intervienen en los horarios infantiles y que ensalzan las virtudes de llegar a algo sin dar un palo al agua. Pero no contentos con esto deberíamos también empezar a tirar por tierra el prestigio que tienen entre la juventud muchos de esos astros futboleros que tampoco se puede decir que sean ningún ejemplo y que, sin embargo, se utilizan como referencia en no pocas campañas para recaudar dinero para causas nobles, como si así se ganasen definitivamente la fama de santos.

Daly es imperfecto, pero todos lo somos, aunque él lo reconoce y no se refugia en el anonimato o en el hecho de tener el poder de un medio de comunicación para criticar sin sentido. Pero es más, Daly tiene dos grandes en su bolsa de palos y es, nos guste o no nos guste, uno de los iconos favoritos de los golfistas del mundo que, pese a conocer todas sus taras, acuden a verlo para admirar en un principio esa descomunal potencia y luego se ven cautivados por uno de los juegos cortos más extraordinarios que uno haya tenido la oportunidad de ver. Pero eso ya es para entendidos e igual a los que le critican se les escapa.

Que Daly es polémico, ¿y qué? Eso vende, y mucho, pero si nos olvidamos de ello y nos centramos en el aspecto deportivo o comercial del asunto, es decir, atraer al público, nadie puede dudar de que su presencia está más que justificada…

  Yo siempre me he declarado admirador suyo y por eso aplaudo la decisión de la Federación de traerle para dar nuevos aires al Open, pero que quede claro que si no está a la altura de las circunstancias seré el primero en denunciarlo, aunque creo que todos somos inocentes mientras no se demuestre lo contrario, pese a que alguno no haya dudado en linchar públicamente a Daly.