– Adrián Otaegui ha prolongado la buena semana en Francia con una primera vuelta de 68 golpes en Irlanda. Puede que el escudo que se había prendido hoy en la gorra no tenga nada que ver. O puede que sí. Resulta que Otaegui es un fan de los Sanfermines y ha salido a jugar con la insignia de la peña Anaitasuna en la cabeza (literalmente). Y así lo hará mientras duren las fiestas en Pamplona. Este viernes sale a jugar a las 9,20 de la mañana, así que tendrá tiempo de sobra de pegarse al Ipad desde las 6,45 para seguir con atención el primer encierro, tal y como nos confirmaba.
– A todo cerdo le llega su San Martín, suele decirse. Y a todo putter también. Esta vez le ha tocado a un clásico como el de Alejandro Cañizares, que llevaba más de seis años con el mismo en la bolsa. Y el caso es que el nuevo le gusta mucho y por eso le ha dado sitio, pero no ha terminado de convencerle durante la ronda de competición…
– El plan de Rory McIlroy después de firmar un 72 en la primera jornada, según ha señalado: hacer tres vueltas en torno a los 65 ó 66 golpes para ganar el torneo. Sople o no sople el viento durante el fin de semana. De momento, el torneo, Rolex y, sobre todo, los miles de aficionados, se conforman con que el viernes firme un 68 y pase el corte. A partir de ahí… Rory es mucho Rory.
– Lo que ha hecho hoy Paul Dunne (-5) es una barbaridad: cerrar una vuelta de 67 golpes sin apenas haber cogido calles. Es cierto que el campo estaba para comérselo, sin viento, pero una vez que fallas clamorosamente desde el tee lo normal es pagar un peaje caro, porque el rough es salvaje en muchas zonas. Pues bien, el joven irlandés iba saliendo vivo una vez y otra, sin duda gracias a su talento y a esos brazos de Popeye que gasta, pero también gracias al azar, que le ha dejado posiciones más o menos jugables en muchas ocasiones. Si este ha sido su día malo de la semana y lo ha resuelto así, ya tenemos un gran candidato al triunfo final.
