Por Alejandro Rodríguez,
Redactor del diario Marca
Lo primero que te suelta un amigo cuando le dices que estás jugando al golf es: "Pero, de dónde vas a sacar la pasta, ¿Te ha tocado la lotería? Si eso es un deporte muy caro de pijos y de ricos"…
Reconozco que al principio rebatía como podía sus conclusiones con todo tipo razonamientos: "Y lo bonito que es, las buenas sensaciones que transmite pasear por un campo de golf, es un juego que te engancha, cada golpe es un reto…". Pero nunca afrontaba directamente el ataque. Ahora lo voy a hacer.
Es mentira que sea un deporte para ricos y para demostrarlo vamos con datos que desnudarán los tópicos que rodean al golf.
Tópico número uno: Es imposible empezar a jugar al golf sin hacer antes un curso y eso ya te cuesta un dinero.
Esto sucede en cualquier deporte que empiezas a practicar con una edad. Si desde los cuatro años estás con un palito en las manos, muy posiblemente no te haga falta nunca un profesor. Más o menos, te defenderás. Como nos pasa a la mayoría de los españoles con el fútbol. No damos clases porque le pegamos patadas a un balón desde que podemos ponernos de pie. Pero si un buen día, a los 30 años, decides jugar al fútbol y no sabes ni lo que es un balón, seguro que necesitarás a alguien que te de unas nociones. También nos hemos acostumbrado a jugar mal al fútbol y no pasa nada, probablemente porque es un deporte de equipo.
Tópico número dos: Equiparte para jugar al golf cuesta un ojo de la cara.
Cada vez menos. Hoy en día puedes comprar un juego de palos completo y muy decente por 300 euros y lo normal, salvo que seas un poco cafre, es que te duren muchísimos años. Es más, lo habitual es que los jubiles por aburrimiento, más que por deterioro. Hay raquetas de tenis y de pádel que son más caras que un juego de palos y lo normal es que las tengas que sustituir antes. Las bolas sí podrían estar algo más baratas, pero una vez alcanzas un nivel medio de juego, tampoco se pierden tantas.
Tópico número tres: Jugar en un campo de golf es un atraco.
Falso. Una salida media en España puede rondar los 50-60 euros en temporada alta. Es cierto que una pista de squash, por ejemplo, vale siete euros. Sin embargo, mientras que al golf puedes estar seis horas jugando (lo ideal es ir algo más rápido), la luz de la pista de squash se va a los 45 minutos. Por no hablar del entorno que es absolutamente incomparable. Además, el golf te permite jugar en cualquier campo (Augusta National, Pebble Beach, St. Andrews, Valderrama…) mientras que al fútbol no puedes jugar en el Bernabéu o en el Camp Nou.
Al final, la realidad es que te acabas gastando más dinero en el hoyo 19 que en los 18 anteriores.
Estos son algunos de los motivos por los que pienso que el golf no es un deporte tan caro como piensa la calle. Si fuera así, no habría más de 300.000 españoles federados, que se dice pronto.
