Inicio Blogs Firma Invitada El secreto del golf puede ser más sencillo de lo que parece…

El secreto del golf puede ser más sencillo de lo que parece…

Compartir

Por José Carlos Gutiérrez, profesional del Real Club de Golf de Sevilla 

Image

Los amateurs deben aprender a jugar conforme a su hándicap

Hemos insistido muchas veces en la parte psicológica del golf. Es casi tan importante nuestra técnica y nuestra condición física como la preparación mental a la hora de salir al campo. O más…

Los amateurs se devanan los sesos buscando el secreto, la fórmula magistral, esa pócima mágica que de buenas a primeras consigue que hagamos pocas. Pero lo cierto es que puede no ser algo tan complicado.

Ya lo hemos dicho muchas veces y lo volveremos a repetir, porque es la clave para empezar a bajar golpes. No le den más vueltas. Si quieren quitarse lastre de encima, nada como aprender a jugar conforme a nuestro hándicap.

A todos nos encanta ver a los profesionales por la televisión y llegar al día siguiente a nuestro campo dispuestos a emularlos. Pero ese no es un buen camino. Ahí radica el principal error.

Si somos un hándicap 20, tenemos que jugar como un hándicap 20, sabiendo perfectamente que en determinados hoyos nuestro par es 6 ó 5 y utilizando para ello la estrategia más conveniente. Algunos lo llaman ser conservadores. Otros lo llaman ser inteligentes.

Si juegan un campo en función de su hándicap, les aseguro que al final verán cómo hacen menos golpes de lo que pensaban.

Debemos ser totalmente conscientes de nuestras limitaciones y evitarnos así meternos en demasiados problemas. Hay algo maravilloso en golf. Cualquiera, con cualquier hándicap, aunque sea muy alto, puede dar el golpe del día y comentarlo durante semanas en la cafetería del club. Es lo grande del golf. Sin embargo, a la hora de afrontar un golpe tenemos que ser conscientes de cuál es nuestro porcentaje real de éxito y valorar los problemas que podemos encontrar si no lo hacemos bien.

Todos podemos hacer un golpe increíble. La pregunta que debemos hacernos es: ¿de diez veces que ejecutemos ese golpe, cuántas vamos a ser capaces de hacerlo bien?. 

Si la respuesta es una, dos o tres, entonces lo mejor será escoger otra opción y evitar líos mayores…