Por Rafael González, Corresponsal de Ten-Golf
Lo del "English only" de la LPGA es una caja de Pandora que para qué te voy a contar. La elevada carga política de la cuestión en Estados Unidos resulta innegable, tanto para jugadoras y directivos del circuito, como para patrocinadores y aficionados en general…
Un amigo me decía que en la NBA no son tan pejigueros. Que si un pedazo de jugador no habla inglés, le fichan igual y ya se las apañará con un intérprete y un poco de inglés. Pero lo cierto es que en la NBA los jugadores aprenden inglés. En un deporte de equipo tiene más importancia la comunicación con los compañeros y el cuerpo técnico … y no me extrañaría nada que, además, hubiera alguna provisión idiomática en sus contratos.
El golf es otra cosa. El golf es cosa de uno, o de una en el caso de la LPGA.
Los responsables de la LPGA señalan que saber inglés resulta muy conveniente en el circuito … para entrevistas, discursos de aceptación de torneos, pro-ams, relaciones con patrocinadores y medios, etc. En el circuito americano, esto sin duda es cierto.
¿Por qué, entonces, la obligatoriedad, con amenaza de suspensión o multa? Si resulta conveniente, ya lo hará cada una a su ritmo. Incluso en el circuito masculino los hay que no pueden o no quieren hablar inglés (véase los argentinos Andrés Romero y Ángel Cabrera) …
Pero lo del uso de otros idiomas en Estados Unidos no es cosa nueva. Ya se han peleado muchas batallas en diversos frentes, especialmente con el uso del español en escuelas y centros de trabajo. A los españoles no nos es ajeno el tema y ya hemos tenido –y seguimos teniendo– nuestras propias batallitas con las diferentes lenguas que se hablan en nuestro país.
El problema surge cuando alguien siente la necesidad de hacer obligatorio un idioma. Y cuanto más internacional es el ámbito (en el caso de la LPGA hay 121 jugadoras internacionales de 23 países diferentes, 45 de ellas coreanas), más complicado resulta …
