Por Pedro Fernández, Nuestro ‘Anti-Jordan’
3, 2, 1… Fuera. Arranca el Airbus A3340-600 rumbo a Chicago…Ruido, mucho ruido. Motores a máxima potencia, espalda pegada al asiento y mirada arriba. Despegamos. Europa ya mira hacia Estados Unidos. Atrás queda Heathrow. Londres ya casi no se ve… En los asientos delanteros están José María Olazábal y el resto de jugadores del equipo que sueña con retener en Medinah el título conquistado dos años atrás en Gales.
El chárter del equipo europeo pertenece a la compañía Virgin Atlantic y se llama ‘Surfer Girl’. Nos gusta el nombre. Es alegre, optimista. Suena bien para viajar a Estados Unidos.
Mis dos metros largos de altura agradecen a la expedición el enorme detalle de haberme dejado uno de los asientos más grandes del avión. Mis rodillas me miran con una sonrisa. Hoy sufriremos un poco menos. Y es que nos quedan ocho horas de viaje hasta llegar al aeropuerto de Chicago. El aterrizaje está previsto a las 12.30 (hora local). Unas dos horas después ya estaremos en el hotel, inciando la concentración para la Ryder. Hay nervios, cómo no. Pero sobre todo veo caras de ilusión y convicción. Esto marcha.
No se puede ir mejor acompañado en el avión. A mi lado está Nuria, mi novia, y muy cerca anda Álex Larrazábal, caddie habitual de Chema y hermano de Pablo Larrazábal. También estamos con algunos familiares de Olazábal. No nos vamos a aburrir…
La aventura Ryder no ha podido empezar mejor. A las siete de la mañana desayunamos en el hotel Sofitel Heathrow, que se encuentra en la misma Terminal 5 del principal aeropuerto de Londres. Nos encontramos con José María Olazábal. Desayuno con el capitán. ¡Vaya lujo! Nos empieza a contar historias de la Ryder… «Lady, please, más servilletas que esto no se puede aguantar…». Ya os contaré alguna. Una delicia. Nos transmite en menos de un minuto la emoción de la Ryder. Brutal. No me quiero ni imaginar lo que va a ser el vestuario de Europa esta semana.
Bueno, os dejo que ‘Surfer Girl’ ha alcanzado ya la altura de crucero y voy a intentar echar una cabezadita. Ordeno mi mente para pensar en todo lo que os voy a contar esta semana. Imagino fotos, vídeos, historias, ambiente…
Y si yo estoy así, tan emocionado, ¿cómo no estarán los jugadores? «Señorita, ¿una almohada si fuera usted tan amable?». Hala, a soñar con la copa…
