Por Juanje Quirós, redactor de Canal Sur Radio
Un caddie le pide un autógrafo a otro caddie. Sería un hecho insólito e inusual sino fuera porque al que le solicitan la firma es el noveno jugador mundial. Sí, exacto. Han acertado. Es Sergio García…
La imagen de ver a Sergio calzado con deportivas, bermudas y un peto blanco con el apellido García a la espalda no tiene desperdicio. Significa volver 15 años atrás en los que el castellonense recibía los consejos de su padre Víctor. Este año en el Open de España Senior las tornas cambiaron y el que daba consejos y apoyo al jugador era Sergio.
Pero no es lo único inusual de este campeonato. Hay cosas y detalles que hacen de este torneo uno de los más especiales y entrañables de la temporada europea senior. Por ejemplo, siempre, repito siempre, al acceder a las instalaciones del Club de Campo del Mediterráneo a una de las primeras personas que te encontrabas era un miembro de la familia García. Jugases a la hora que jugases. Este detalle da muestras de la implicación y el cariño con el que esta familia trata a uno de esos torneos especiales de la temporada.
Pero no acaba ahí la cosa, hay más. Por ejemplo, ya se que a ustedes les puede resultar a tópico, pero es que nunca vi a una persona degustar una paella con tanta exquisitez. Imagino que en Jamaica el arroz no debe ser uno de los platos típicos ni tradicionales. Pero sinceramente la imagen de Delroy Cambridge no tiene desperdicio.
Hay alguna imagen inenarrable, ésa no tiene nada que ver con el golf en sí. ¿Recuerdan qué otro evento a nivel mundial se celebraba ese fin de semana? ¡Bingo! Última carrera del año en Fórmula 1 con el título en juego entre un español, Fernando Alonso, un finlandés, Kimi Raikkonen, y un inglés de nombre Lewis Hamilton.
Durante toda la semana 'los piques' entre españoles e ingleses eran continuos. “Hey, Carl (Mason) no te preocupes que el domingo Alonso superará a Hamilton. En la primera curva ya se queda detrás, jaja” decía uno de los miembros de la armada española a Mason. “Alonso está en horas bajas, un poco llorón y tiene excesiva presión”, expresaban del lado inglés. Todos estos comentarios mientras colocaban las bolas de prácticas en torno a los 250 metros del driving range.
Por cierto, especial mención merece este espacio del club. Chapó por la organización en este apartado.
Pero a lo que iba. El domingo más de un jugador mandó sus bolas de prácticas a 260 metros al final del campo de prácticas. Muchas de ellas terminaron en una macro paella que hacían los operarios del club. No era intencionado lanzar las bolas allí, sólo que estos seniors golpean a la bola con más fuerza de lo que parece.
Bueno, continúo con el pique entre Hamilton- Alonso versión golfística. El domingo nada más acabar el torneo las imágenes que había en las televisiones era la retransmisión del Gran Premio de Interlagos 2007. El resultado de ese gran premio ya lo saben, ¿no? ¡Pues las caras de los jugadores ingleses se las pueden imaginar!
* Juanje Quirós es jefe de prensa de la página web www.juanquiros.com
