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José Luis Márquez, profesional del Golf Nuevo Portil

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Cómo afrontar los desniveles

Un alto porcentaje de los golpes que damos en una ronda se afrontan en desniveles. Las pendientes son, en muchas ocasiones, un pequeño quebradero de cabeza. Hay cuatro tipos de desniveles y es bueno tener en la cabeza un par de 'ideas claras' para cada uno de los casos:

 

 

A) Tenemos la bola más baja que los pies.

B)  Tenemos la bola más alta que los pies.

C) Debemos golpear en una pendiente cuesta arriba (pie izquierdo más elevado que el derecho).

D) Debemos golpear en una pendiente cuesta abajo (pie derecho más elevado que el izquierdo).

 

En general, hay dos máximas para todos los golpes en desnivel. Primero: si la colocación ante la bola es fundamental en este juego, aún lo es más, si cabe, en golpes en desnivel.  Segundo: hay que adaptar el cuerpo a la posición de la bola. Ahora veamos cada caso concreto:

 

A) Tenemos la bola más baja que los pies. El peso del cuerpo se lleva más hacia las puntas de los pies. El cuerpo, más encima, aunque con la misma flexión. La subida del palo es ligeramente más vertical (la propia posición te obliga a ello). Hay que apuntar ligeramente hacia la izquierda porque la bola tendrá tendencia  a irse a la derecha.

 

B) Tenemos la bola más alta que los pies. Cuerpo más erguido y un poco más alejado de la bola. El swing es ligeramente más horizontal y es bueno apuntar algo más a la derecha para corregir una tendencia de dirección hacia la izquierda.

 

C) Debemos golpear en una pendiente cuesta arriba (pie izquierdo más elevado que el derecho). Los hombros, paralelos a la pendiente (en este caso, dejamos caer el hombro derecho). La bola sube más y hace menos distancia (atentos a coger más palo si, por ejemplo, estamos tratando de llegar a green). La tendencia del efecto en este golpe es derecha-izquierda (tenerlo en cuenta para apuntar correctamente).

 

D) Debemos golpear en una pendiente cuesta abajo (pie derecho más elevado que el izquierdo). Cada uno tendrá sus puntos débiles y fuertes… Para mí, por ejemplo, este es uno de los golpes más complicados en golf. Al igual que en el caso anterior, los hombros deben estar en paralelo a la pendiente. El peso durante el movimiento se sitúa más en el pie izquierdo y, al colocarnos, adelantamos ligeramente las manos a la bola. Este golpe tiene tendencia a ir más bajo y a un efecto hacia la derecha.