Inicio Blogs Firma Invitada Luces y sombras sobre Sergio García

Luces y sombras sobre Sergio García

Compartir

ffPor Greg Stoda, redactor del Palm Beach Post 

Sergio García - Doral 2008

Sergio espanta una bandada de gaviotas que habían tomado el green del 10 en Doral.

Sergio García está bajo la lupa de los medios de comunicación de Estados Unidos en un año de Ryder Cup. Las simpatías y antipatías que despierta no dejan a nadie indiferente…

Fue seleccionado como uno de los favoritos para ganar el WGC – CA Championship en Doral y la excelente primera vuelta de Miguel Ángel Jiménez no eclipsó su buena primer ronda ni los deseos de profetas y adivinadores de que se convierta en el ganador que todos esperan. Tras su primera jornada en Doral, Greg Stoda, reportero del Palm Beach Post, escribía una crónica sobre el castellonense. Estas son algunas de las cosas que dijo:

Sergio García ha dejado de ser relevante y va a tener que conseguir una importante victoria –el CA Championship de Doral sería suficiente– para que cambien las cosas.

Es una afirmación bastante dura para un jugador de 28 años que todavía lleva la etiqueta de golfista de primera clase mundial, pero es una afirmación válida, incluso teniendo en cuenta la extensa sombra que proyecta Tiger Woods.

En la actualidad, a García se le conoce mejor por su actitud frecuentemente protestona (el enfadado escupitajo que echó a uno de los hoyos en Doral el año pasado es un ejemplo) que por su rendimiento.

Su victoria más reciente en el PGA Tour data del 2005 –el Booz Allen Classic–, si bien también ganó esa misma temporada el European Masters.

A donde quiero llegar es a lo poco importante que ha llegado a ser García siendo todavía un joven. Ya hace nueve años desde que se presentó al mundo con sus saltos de celebración por las calles de Medinah, durante el PGA Championship de 1999, donde acabó segundo tras Woods en un entretenido desafío.

En Doral, evitó por poco un mal inicio cuando su segundo golpe en el hoyo 10 anduvo cerca del agua de la izquierda. García se acercó a su bola batiendo los brazos en el aire para espantar una bandada de gaviotas, y salvó el par 5 con un wedge muy apañado y dos putts. Nada espectacular en este episodio, excepto el hecho de que García no cayó en su propia trampa de buscar razones para estar molesto con el resultado.

Sería estupendo para el torneo y para el golf que García fuera capaz de aproximarse al trofeo como lo hacen Woods y Phil Mickelson, que ya están en lo alto de la tabla, ligeramente por detrás de Geoff Ogilvy y Miguel Ángel Jiménez.

Al fin de semana le vendría muy bien algo de la exuberancia que García ofrece al golf cuando está en plenitud. 

Sigue siendo, por ejemplo, el principal antagonista del equipo de Estados Unidos cuando llegan las competiciones de la Ryder Cup, cuando el español emerge invariablemente como el líder emocional de los europeos. Pero una crítica que se puede hacer legítimamente a García, aparte de la falta de títulos grandes, es que su juego en la Ryder Cup ha pasado a ser el punto culminante, y quizás la definición, de su carrera. Su registro es de 13-1-2 con compañero, pero sólo de 1-3 en individuales.

El nivel de grandeza que se predijo un día para García ha sido revisado a la baja. ¿Cuánto tiempo va a pasar con el reconocimiento de ser el mejor jugador sin un ‘major’, lo cual es un cumplido y un insulto al mismo tiempo? Es posible que vaya dirigido al mismo vacío al que se dirige Colin Montgomerie en ese respecto.

García sigue siendo un creador de golpes con inventiva, pero está en conflicto constante con el putter de turno que eche a su bolsa.

"Ya llegará", decía García de su pateo. "Es un proceso lento".

Lo mismo sucede con su carrera.

Parece poco probable que García llegue a alcanzar una posición en la que se convierta en el contrincante principal de Woods, que tiene cuatro años más que él. Pero de momento esto no es ni siquiera una consideración. La cuestión es si es posible el restablecimiento de García como un jugador lo suficientemente peligroso como para ganar algo tan brillante como un CA Championship.

García está siempre entre los participantes más populares en cualquier evento en el que juega, aunque a veces es el más odiado por los celosos seguidores del equipo de Estados Unidos.

Pero debe demostrarse a sí mismo que es más importante que eso … y pronto. Después de todo, ya tenía que haber sucedido.