Se me puso un nudo en la garganta el otro día viendo por televisión la repetición de la ceremonia de apertura de la Ryder Cup en Gales. De repente, se me agolparon un montón de recuerdos del año pasado en la Solheim…
En la inauguración en Irlanda sólo me faltó llorar de la emoción que tenía. Seguro que esta semana se me vendrán cientos de imágenes a la cabeza. Me encanta la Ryder y ya estoy preparada para ver todo lo que pueda… Os confieso un secreto, si por algo me hubiera gustado ser hombre es por haber tenido la oportunidad de jugar alguna vez la Ryder Cup. Es un ambiente increíble.
No soy muy optimista. No sé si por prepararme para lo malo o porque realmente hay motivos para ello. Pero no lo veo claro. Quiero con toda mi alma que gane Europa, pero tengo la espinita de que va a ganar Estados Unidos. Es cierto que Love III tiene a cuatro rookies en el equipo. Pero vaya rookies. Dos ganadores de Grande (Webb Simpson y Keegan Bradley), el ganador de la FedEX Cup, que es casi como un Grande (Brandt Snedeker) y Jason Dufner, un jugador que a mí me da mucho miedo porque es difícil verlo fuera del top 5.
En cuanto a las parejas, me encantaría ver en Europa a Graeme McDowell con Rory McIlroy, algo que imagino que será así, y a Sergio con Luke. En Estados Unidos, tendría mucho respeto a la pareja Dufner y Dustin Johnson. No entra en ninguna quiniela, pero a mí me parece que serían complicadísimos. Son muy regulares y su juego se complemente bien.
