Andanzas y menesteres de un hidalgo caballero español en Asia
Su vida es golf, respira golf, repasa varillas para probar la semana siguiente mientras su madre espera detrás. Su cabeza es Kasparov. Jazz lo analiza todo.
No habla mucho, aunque es simpático. Llega el primero y se va el último, porque el ‘Candy Crush’ de su existencia es el Tour.
Quiso dejarse barba para entrar en el casino de Macao, pero aun así le pidieron el pasaporte y le enseñaron la puerta. Otra intentona. Probó con los pantalones verdes de Daly. Fuera otra vez. Que no. Él quiere ser mayor, pero la vida se empeña en que sea niño.
Tiene mirada de putt de eagle. Las chicas lo miran, pero él sólo hace caso a su madre. Pasta hervida, ensalada y fruta. Y a la práctica. La fantasía echa a volar en cada bola.Siempre lo tuvo muy claro. A los 14 años compró la coleccion de pantalones de Daly para distinguirse, para ser conocido por algo, ya que hasta entonces era el crío ése que hace tantos birdies.
Así es Jazz. Se te planta en 200 impactos en tres vueltas sin haber bajado de 28 putts. Es la versión Thai de Stenson. Hoyo 1. Al borde de green de dos golpes. Aprocha, chip and run, hacia arriba, bajita, pelo en contra… Dada.
Jazz hace los deberes y los errores se aislan, como si tuviera miedo a ir en contra de su talento. Está perfectamente asentado en el Tour. Mira, aprende. Se sienta en la toalla para ver sacar de búnker al 16 veces ganador, Wiratchant. Sonrisa de complicidad. Quiero ser como tú…
En dos semanas, en Amata Spring, Bangkok, habrá carteles anunciando su presencia. Allí estará Jazz, o tambien conocido como DR. HANDS, por la variedad de sus golpes y la creatividad.
Mañana se pegará con pesos pesados de generaciones muy anteriores a la suya, pero qué mejor márketing para el Asian Tour que una victoria suya. Precoz, talentoso e hiperprofesional. Nunca piensa en cuándo irá a entrenar, porque ya está entrenando.
Jazz Golf bien podría haberse quedado como amateur, esperando la suculencia de los contratos, pero Jazz es tambien FUNKY. Sí, FUNKY BUSINNESS del golf. Les ganó a todos y se dijo hacia dentro ya vendrán las marcas a por mí. Eso sí, tendrán que negociar con la madre, ya pueden afilar la chequera.
Mr. Locker Room Insider Asia
