Cómo afrontar de manera simple la salida de los bunkers cercanos a green
Me gustaría explicar este golpe tal y como lo enseño a los niños que empiezan en nuestra escuela. Estos chicos ven los bunkers como algo extremadamente complicado ya que les parece un golpe muy diferente respecto a los otros que aprenden en el tee de prácticas. Con estos básicos consejos vamos a demostrar que una correcta salida de bunker es muy similar a un buen golpe con el hierro 7…
Hay que recordar tres conceptos importantes para ser capaz de “sacar” la bola de las trampas de arena:
1.- Utilizaremos siempre el palo más abierto que tengamos en la bolsa ya que necesitamos una bola alta y corta que se pose en el green.
2.- En segundo lugar hay que recordar que este tipo de golpe es el único en golf en el que no hay que golpear a la bola directamente, sino que será el impacto contra la arena lo que impulse la bola hacia el objetivo. Para conseguirlo vamos a cambiar un par de aspectos en nuestra colocación que nos van a ayudar a contactar antes con la arena:
* La situación de la bola respecto a los pies debe ser más próxima al izquierdo ya que así conseguiremos que nuestro palo encuentre primero el suelo.
* El peso de nuestro cuerpo debe trasladarse ligeramente hacia el pie izquierdo. De este modo, y siempre que mantengamos esta posición durante todo el swing, lograremos que nuestro ángulo de ataque sea más descendente de lo habitual llegando de esta forma a la arena en primer lugar.
3.- Por último destacar algo que la mayoría confunde al ser la salida de bunker un golpe especial. Como tenemos poca distancia hasta el objetivo el jugador principiante imagina que el swing correcto es aquel en el que no va más allá de la mitad de la subida (como si estuviera realizando un aproach); de este modo no conseguiremos un impacto correcto con la arena y perderemos el control de la bola. Por tanto es necesario que hagamos un backswing completo para contactar contra la arena justo unos centímetros detrás de la bola.
A los jugadores con cierta experiencia les habrá llamado la atención que no haya mencionado nada acerca de aperturas de la cara del palo, cambios en la posición del cuerpo, modificaciones de grip… etc. que tanto gusta a los amateurs. Y es que siempre propongo a mis alumnos que primero sean capaces de mantener una postura correcta cuando hacen un swing dentro de un bunker y que, cuando comiencen a contactar “siempre” en el mismo lugar detrás de la bola, ya tendremos tiempo de meternos en cambios más avanzados para mejorar la altura y el freno de la bola en green. Pero no debemos olvidar que esta destreza que hay que adquirir para repetir el mismo golpe cada vez debe ser fruto de la práctica, no tanto en la arena sino en el driving range, ya que el swing que realicemos en el bunker será el reflejo del movimiento que hayamos automatizado dando bolas en la zona de prácticas.
Estoy seguro que con estos simples consejos todo jugador que se enfrente a un bunker profundo con talud importante será capaz por lo menos de elevar la bola por encima del mismo… otro asunto será lo que haya por detrás de la bandera.
