Por Bartolomé Quirós, profesor de la Duquesa Country Club y profesional de la Federación Andaluza de Golf
Aún se escucha en alguna casa club el debate entre los hierros largos y los híbridos. Cada vez menos, la verdad. Los híbridos están ganando la batalla por goleada y es lógico.
Simplemente son palos más fáciles de manejar que un hierro 1, 2 ó incluso 3. Y no sólo para los amateurs, ojo. Son muchos los profesionales del Tour que se han entregado a estos palos.
¿Por qué son más sencillos los híbridos? Por varias cosas…
1. El palo es mucho más ligero de peso y más flexible. Esto hace que afrontes el golpe con más confianza y seguridad.
2. El ángulo de ataque a la bola es más fácil, parecido a una maderita cinco. El hierro 3, por ejemplo, es muy difícil de pegar.
3. La bola se levanta mejor y vuela más con híbrido que con los hierros largos. Yo, por ejemplo, hago diez o quince metros menos con un hierro 2 que con su equivalente en híbrido. Se cogen más greenes.
4. Si la bola está en rough el híbrido es mucho más fácil. El palo desliza mejor por la hierba alta, mientras que con un hierro largo tienes el peligro de que se enganche o se clave.
5. El híbrido tiene más superficie de contacto, por lo que el margen de error es más alto que con los hierros.
6. Un asunto importante: el siwng con un híbrido es exactamente igual que con un hierro. No tienen que modificar absolutamente nada.
Es cierto que da un poco de pena que se vayan perdiendo palos como el hierro 1 o el hierro 2, pero cuando tengo un tiro largo y veo el híbrido en mi bolsa, la verdad es que me alegro bastante.
Algunos consejos técnicos si van ustedes a comprar un híbrido: el equivalente a un hierro 3 es el de 21 ó 22 grados, el del hierro 4 es de 23 ó 24 grados y el que sustituye al hierro 5 es el de 25 grados.
Los únicos jugadores que no usan híbridos son aquellos que están en el Tour y son jóvenes y atléticos. No tienen ningún problema para mover los hierros.
