Ese final de Poulter que fue impresionante mantiene la ilusión. O mejor dicho, más que la ilusión, yo diría que la esperanza…
Ganar la Ryder no está difícil. Está dificilísimo. El equipo europeo no sólo tiene que ganar los individuales, algo que en sí mismo ya parece más que complicado en suelo americano y con el nivel de putt que están mostrando los jugadores de Davis Love. No sólo tenemos que ganar, decía, sino que además hay que arrasar…
Pero en fin, si en algún sitio se puede hacer algo así es en una Ryder. Sólo me queda esperar que todos esos putts que no han entrado el viernes y el sábado, lo hagan el domingo. Me alegraría mucho, pensando sobre todo en Chema, que no tiene ninguna culpa, creo yo, de ir 10-6 por debajo. Sencillamente ha ocurrido que los pesos pesados europeos han estado bastante flojitos. Westwood, Sergio, Donald, Rory…
La cuestión es que uno se ponía a ver la retransmisión y la mayoría de los golpes buenos eran de los jugadores americanos. De todos ellos. Y luego, por si fuera poco, el acierto en los greenes…
Pero bueno, hay que agarrarse también a que ayer, durante los fourballs, sí parecía que Europa quería, que mejoraba. Y que desde luego no iba a quedar por falta de actitud.
Me gustan los emparejamientos, el orden que ha puesto Olazábal en los individuales. Así que mantengo viva la esperanza.
