Inicio Blogs Firma Invitada Reflexiones finales tras la Gira del Desierto

Reflexiones finales tras la Gira del Desierto

Compartir

Por David Durán

La primera reflexión y moraleja es clara, evidente y rotunda: el golf español iniciaba la temporada de 2011 con unas expectativas esperanzadoras y positivas, y en apenas dos meses las ha confirmado, subrayado y, por supuesto, superado al doscientos por ciento…

La Clasificación Mundial Tengolf es expresiva y llana al respecto. En 2011, por ahora, el golf español es el tercero del mundo.

– Vayamos con algunos nombres propios. La parte negativa se la lleva toda, de golpe, Gonzalo Fernández Castaño. El madrileño es valor seguro de la Armada y apenas se ha podido poner en marcha por culpa de una lesión de espalda. Un feo inconveniente nada más comenzar la temporada. Todo lo que no sea recuperarse al ciento por ciento antes de volver sería un error. Afortunadamente, él parece tenerlo claro ahora mismo.

– De Álvaro Quirós está casi todo dicho. Mantiene y reafirma esa línea de figura emergente del golf mundial. Sus progresos en el aspecto mental son la clave, aunque él no deje de exigirse más y más y sienta que le queda mucho camino por recorrer (no es mala la autoexigencia). Conviene, en todo caso, que sepa disfrutar en plenitud los logros, porque es ese disfrute lo que mantiene vivo el deseo de seguir ganando. En el equilibrio, como siempre, está la virtud.

José María Olazábal se ha puesto a prueba y ha salido algo más que airoso. Su mejor resultado ha sido en la cuarta semana de competición. Su salud, así pues, parece rehecha. Eso era lo más importante. Al resto de jugadores españoles, además, les viene bien tener tan cerca, durante la competición, otra referencia de semejante calibre. Son intangibles que siempre suman.

Sergio García lucha contra la inconsistencia y va ganando batallas. Le hemos visto ‘querer’. Ya es un paso. Y muy importante. El accidente del hoyo 17 en sábado en Dubai le descuadró. Las cosas como son: no anda sobrado de confianza, pero ha dado algunas muestras de serenidad que no se veían en 2010. Ni en 2009. El placer de verlo jugar el jueves en el Emirates Golf Club riéndose del viento ya nadie nos lo va a quitar.

– Una de las confirmaciones más interesantes en el desierto: a Rafa Cabrera Bello le va la marcha. Dicho de otro modo: ha demostrado que es capaz de mantener engrasado su mejor golf cuando aprieta la presión, cuando uno siente que puede hacer un gran resultado, cuando, en definitiva, se pelea arriba con los mejores.

Álvaro Velasco o el triunfo de la heterodoxia. Él es un fiel exponente del autodidacta. Y parece que no le va del todo mal…Hace las cosas a su manera y demuestra una gran personalidad, aunque parezca que nunca hace ruido…

Jiménez despuntó en Bahrain. Él siempre encuentra el modo de no pasar desapercibido, en el mejor sentido de la expresión. Es un genio. Un personaje irrepetible. Nada que ustedes no supieran.

Nacho Garrido ha amagado, pero no ha conseguido golpear. No ha sido capaz, por el momento, de cuadrar todos los aspectos del juego en un mismo día. Algo similar le ha ocurrido a José Manuel Lara. Ambos se han marchado del campo demasiadas veces con la sensación de no haber podido sacar más rendimiento contante y sonante (birdies) a los tramos de bonanza en el juego.

Pablo Larrazábal, a nuestro juicio, ha pagado un peaje duro en el aspecto psicológico después de hacer un 78 en Qatar el jueves. Hasta ahí llegaba pleno de confianza y con el juego a punto y fresco. Seguimos viéndole como un ‘killer’ en potencia.

– De Alejandro Cañizares podríamos hacer un comentario similar al de Lara y Garrido. Pero hay una diferencia. Él sí ha conseguido rematar más vueltas por debajo de 70 golpes, por ejemplo. Se ha asomado más veces al balcón. Ha sufrido por momentos con el driver en la mano. Irregular.

Pablo Martín no consigue verse en la gira por el desierto. El caso es que los campos, en general, le gustan, pero no termina de entrar en juego. En Dubai sí lo consiguió hasta el hoyo 6 del domingo. Ahí firmaba un doble bogey después de hacer cuatro putts. En todo caso, se ven apuntes muy positivos en esa lucha que mantiene consigo mismo por encajar mejor los errores. Anda tranquilo consigo mismo.