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Segundas impresiones koreanas

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Korea puede ser a Asia lo que Escocia a Europa. Con permiso del país nipón. Me refiero al interés de la gente con el golf. Si hablo de la repercusión del golf femenino, entonces Escocia se puede ir de vacaciones a Bollullos. En ningún lugar del mundo, ni por asomo, el golf femenino tiene tanta pegada como lo tiene aquí en Corea del Sur. Punto…

Tan fácil como encender la televisión. De los 18 canales de la televisión normal (no del satélite digital de aquí, si no de la normal. De la que se coge sin paganini) ayer a las siete de la tarde, tres retransmitían golf del circuito femenino. Bien LPGA, bien circuito koreano, bien lecciones de golf con una jugadora del LPGA. Otro canal más retransmitía en diferido el Ballantines. Otros tres retransmitían baseball. Los otros, imagino, que se entretenían con la Belén Esteban koreana… aunque lo dudo. La programación educativa y de interés de nuestra tele, como nuestra selección, es difícil de batir.

Con una población parecida a la de España (algo más de 48 millones de habitantes) los números que mueve el golf en comparación con nuestro país son algo ridículos. Se estima que algo más de cinco millones de personas juegan al golf. Un 10 por ciento frente a algo menos del uno por ciento de licenciados que tenemos en nuestro país.

En mi afán por saber más o menos el número de jugadores que hay en Corea del Sur pregunté a mi compañero de juego local Kim Kyung-tae. No me pudo dar un número como yo tampoco le podría haber dado un número si me preguntara cuánta gente juega al fútbol en España. El día en el que dejemos de contar uno por uno el numero de golfistas en nuestro país realmente podremos decir que no es minoritario.

Con mas de 5.000 golf-cafés, bares donde puedes jugar en un simulador mientras te tomas una cerveza con tus amigos, e innumerables campos de prácticas en pleno centro urbano, la forma de entender el golf en Corea (como en otros muchos sitios) choca con la percepción tan ñoña y poco atractiva que todavía persevera en la mayoría del panorama hispano. Podemos seguir esperando a otro Seve Ballesteros que revolucione la popularidad de nuestro deporte. Podemos seguir poniendo trabas a todo el que tenga un mínimo interés en probarlo, haciéndole exámenes de reglas y obligando a sacar una licencia federativa sólo para ver si realmente a uno le gusta o decide que no es lo suyo.

¿¡Alguna vez han pensado en la idea de tener que sacarte la licencia de fútbol para echar una pachanga en el polideportivo de tu pueblo y, de paso, someterte a un examen de reglas!? Siempre es más fácil regocijarse con estadísticas como que somos el tercer deporte con más licencias que ser sincero y sentarte a pensar en cómo hacerlo realmente popular. Si es eso lo que se quiere, claro esta…